La madrugada del 16 de agosto de 2019 fallecía Peter Fonda de un paro cardiaco a consecuencia de un cáncer de pulmón que padecía hacía años.
Más allá de pertenecer a un linaje de cinematográfico importantísimo y poseer una carrera impresionante en el mundo el celuloide, Peter Fonda pasará a la historia como uno de los iconos de la contracultura americana, al crear junto con Dennis Hooper, Easy Rider, una radiografía cruda y descarnada de la sociedad americana de los sesenta y su incontrolable miedo a la libertad.
Fonda nos ha dejado el año que se cumplían 50 años el estreno de la road movie y en medio de los recordatorios y las añoranzas del Festival de Woodstock, punto culminante y principio de la caída libre del movimiento hippie. Easy Rider fue una producción modesta, casi de serie B, que se transformó en un clásico generacional, alcanzando una taquilla de más de 60 millones de dólares en todo el mundo, para contrarrestar una producción de apenas 400.000 dólares.
Easy Rider mostró el contraste radical existente en la sociedad americana, en la cual una parte se decantaba por buscar formas de expresión y de socialización diferentes y chocaba de frente con la América oscura y profunda cargada de convencionalismos, racismo e hipocresía violenta, una América que sigue presente en el país y que ha subido a lo más alto del pedestal a un descerebrado como Donald Trump, quien hubiera podido interpretar perfectamente al personaje que viaja en la camioneta del final de la cinta.
Se refleja el movimiento hippie con sus contradicciones y sus aplastantes creencias, y marcados por el devenir de los tiempos no tuvieron reparos en utilizar drogas reales durante el rodaje, lo que aporta una credibilidad muy complicada de conseguir de otra forma. Una de las facetas más interesantes del film es que sus protagonistas eran meros espectadores al igual que el público, mostraron el sistema de vida comunal, la libertad sexual, el LSD como vehículo de crecimiento espiritual y la música como catalizador propagandístico de una época, con un final violento como más tarde, ese mismo año sucedió con el Summer Of Love y el movimiento hippie, asesinados por la Familia Manson y en el Festival de Altamont, irónicamente por unos motoristas, los Hell Angels. Un año más tarde se enterraba la Era de Acuario en los sangrientos disturbios del 4 de mayo en la universidad de Ohio, cuando la Guardia Nacional disparó contra una manifestación en contra de la guerra de Vietnam, y asesinaba a tiros a cuatro estudiantes y dejaba nueve heridos de extrema gravedad, hechos que se narran en el tema «Ohio» de Crosby, Stills, Nash & Young.
Peter Fonda siempre será Wyatt, el esquelético motorista que se sienta rígido a los mandos de su Harley-Davidson Hydra-Glide de 1949, con sus gafas de sol, su chupa de cuero y el parche de la bandera de Estados Unidos en la espalda, parche que fue vendido en una subasta en 2007, por 89.625 dólares, porque todo tiene un precio.
Os dejo la banda sonora de Easy Riders, en su versión del año 2004 Deluxe Edition.




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