Music for Escape 3
Tercera entrega de esta nueva sección de recomendaciones discográficas, marcadas en el día de hoy con sabor nacional, porque aunque no se le presta mucha atención y siempre se valora más lo que nos llega de fuera, gozamos de una más que estupenda salud musical, con bandas que arriesgan y consiguen trabajos excelentes. Todavía seguimos conservando la ignorancia de los grandes medios y como consecuencia o no, la desidia del gran público, por eso es necesario que redoblemos esfuerzos para dar a conocer formaciones magníficas, como en el caso de las que presentamos hoy, propietarias de discos imprescindibles para los melómanos… a saber.

Uncle Sal. The American Dream. Uncle Sal 2019
Banda ibicenca que ha entregado tres discos de gran calidad desde el año 2015, pero que con este The American Dream ha firmado uno de los discos de rock más poderosos y esenciales de los últimos años. Una colección de diez temas donde la mayoría sobrepasa la extensión programada por la comercialidad, pero que les deja desarrollar unas atmósferas áridas por las que circular libremente y sin ataduras. Un disco que tiene el blues como fondo, colchón e hilo conductor donde volver cada vez que sea necesario y que desde ese género surcan en el más amplio sentido de la palabra el rock americano con una nota cum laude.
El cuarteto formado por Soulman Sal (voz, guitarra y armónica), The Rock and Roll Baker (guitarra), Francis Fasfingers (bajista) y Artimus Gabe (batería), ya lo venían anunciando desde el desbocado Little Cabin Music del 2015, habían venido para quedarse y lo reafirmaban con un casi perfecto You Ain’t No Blueman de 2017, dos excelentes trabajos que se quedan lejos tras la edición de The American Dream. Como las grandes bandas de los setenta buscan en los grandes desarrollos temas que pueden llegar a mutar poco en directo, porque parece que han nacido con esa vocación en el estudio, configurando creaciones sin complejos y con una sensación de brillantes y lucidez apabullantes. Piezas como «Station Blues», «South Of Memphis», «All The Familly Tragic Deaths» o «Rock and Roll Soul», pertenecen a esa clase de composiciones que ya configuran una gran obra, pero que aquí ceden el protagonismo al tema que da nombre al disco «The American Dream», una auténtica lección de sonido americano, una crónica sentimental marcada por anhelos y frustraciones a base de guitarras southern y estribillo penetrante, que sin embargo deja brillar con luz propia «Last Will», mejor tema de la colección, uno de esos blues desgarrados, donde los acordes erosionan los dedos hasta sangrar, con un teclado mágico a cargo de David Chana de Empty Bottles (otra gran banda a tener en cuenta) y esa guitarra blues que rompe los esquemas al más pintado, sin olvidar los coros colocados por Lil’Nouma, que hacen dudar que el blues sea el sonido del Diablo.
Un disco que me sorprendió tanto como en su día el Wood & Wire de Still River, o el primer volumen de Howlin’ Dogs; trabajos que sólo tienen ciertos lazos en común, pero que cuando los escuchas pasan a ser parte de tu banda sonora.
Date una oportunidad, no tienes ningún derecho a privarte de este disco.

 

 

Schizophrenic Spacers. Now. Schizophrenics Spacers 2019
Segunda entrega de Schizophrenic Spacers bajo la producción de Hendrik Röver en los Guitar Town Recordings, pero con un objetivo diferente al anterior It Better Be Good, dejando facturados la mitad de temas y con un sonido más directo si cabe. En este caso, si bien siguen manteniendo esas características hard rock que tanta personalidad les aportan, los sonidos se rockerizan sin perder solidez, pero dejando entrever diferentes puntos de vista en el disco. De esta forma podemos encontrar un abanico más abierto, que no hace otra cosa que enriquecer la propuesta.
Todo ello aposentado en la fuerte personalidad de Sergio Martos, que deja emerger una verdadera paleta de pantone sonoro, o escuchad «Bonfire» y decid que no es así. Es muy complicado que los Spacers defrauden, muchos menos con la formación actual que han conseguido solidez, pero alejada de cualquier tipo de rigidez, frescura pero sin caer en concesiones, dureza pero no fragilidad, obteniendo una sabia mezcla de actitud y aptitud sorprendente.
Temas como el mencionado, «For God’s Sake» que abre el álbum, el acelerado «Dealin’ With Idiots», o el medio tiempo de «Obsolete Man», uno de los temas más pegadizos de su repertorio, que tiene escondida una estupenda y contagiosa guitarra, obligan la escucha del álbum. Otra de las recomendaciones imprescindibles de esta entrega de Music for Escape.

 

 

Moonshine Wagon. Straight from the Mud. Moonshine Wagon 2019
Hablar de Moonshine Wagon es hablar de una de las bandas más atractivas que han surgido en la península entorno a la música americana en los últimos años, hermanada musicalmente con los catalanes Th’ Booty Hunters ya que se inclinan hacia un bluegrass sucio con espíritu punk, los Wagon tienen una vertiente más Old Crown Medicine Show, aunque el gran Hank Williams está presente como marcan los cánones del género. Este es el tercer trabajo de los de Vitoria y a la postre se nos asemeja el mejor, sin menospreciar los anteriores, Folk You! de 2015 y Porca Miseria de 2017, pero el endurecimiento del sonido le aporta una personalidad más remarcada y cercana a la rabia que desatan en directo. Desgraciadamente, como ocurre con las demás recomendaciones de hoy, están abocados a la autoproducción, que incluso si se trata de una decisión personal les aprisiona en una inopia nacional necrosada y terminal.
El bluegrass cuenta con muy buenas propuestas en nuestro país, a las dos mencionadas habría que sumar la Barcelona Bluegrass Band de un sonido más tradicional y de gran calidad, pero sigue siendo un género semidesconocido para el gran público, algo curioso porque nadie se puede resistir a las vibraciones de discos como este Straight From The Mud.

 

 

Dead Bronco. The Annunciation. Dead Bronco 2019
Cerramos las recomendaciones de esta semana adentrándonos en la zona muerta, en el lado oscuro de Matt Horan, norteamericano afincado en Cantabria que disfruta de una época de grandes ideas y proliferación de proyectos. Ha pasado menos de un año desde que se editó su anterior trabajo, Driven By Frustration, circula en la actualidad presentando The Annunciation, pero dentro de poco aparecerá alguna grabación más country, bajo el apelativo de Matt Horan Country As Fuck y prepara la nueva entrega de Dead Bronco. Tanta productividad se entremezcla vertiginosamente con el cambio de músicos, sin dejarnos posibilidad de familiarizarnos con ninguno.
Para todo aquel que no lo conozca, parece que se define como Black Folk, pero si deseas bucear puedes encontrar mucho country, algo de blues, todo con espíritu punk y en este disco en particular con reminiscencias de grunge y en caída libre hacia el metal. Interesante mezcolanza que consigue embaucar más si cabe con su afición a las ciencias ocultas, lo demoníaco y el culto a la muerte. Es fácil pasar del pausado momento folk pensativo al criminal ataque punk revienta tímpanos, pero es ahí donde radica en encanto si es que lo hubiere, enfangándote más de lo que cabría esperar y posiblemente menos de lo que pudieras desear.
No está sólo en esta propuesta, aunque encontrar dos sonidos idénticos es más complicado que clavarse la aguja al sentarse en el pajar; por eso si decides que Dead Bronco es atractivo para tus entrañas, haz una expedición al inframundo, saluda a Hades de mi parte y que te ponga algo de The Devil Makes Three, Slim Cessna’s Auto Club, The Bridges City Sinners, Tejon Street Corner Thieves o Blackgrass Gospel, descubrirás un universo paralelo que ríete tu de The Waking Dead.

 

 

 


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