
Rambalaya Vs Machine Head
La Deskomunal
3 de diciembre de 2021
El 3 de diciembre de 1971 llegaban a Montreux, Suiza, Deep Purple con el flamante estudio de grabación móvil propiedad de The Rolling Stones y que en poco más de un año de vida había registrado discos esenciales en la historia de la música, Led Zeppelin III y IV, más Sticky Fingers y Exile On Main St. de los propios Stones.
El 3 de diciembre de 1971 Frank Zappa ofrecía en el Casino de Montreux el último concierto de la temporada, tras el cual Deep Purple utilizaría las abandonadas instalaciones para grabar su nuevo larga duración. Durante el recital de Zappa un energúmeno lanzó una bengala y el techo de bambú del recinto comenzó a arder, no se lamentaron desgracias personales, pero el Casino se vio envuelto en un pavoroso incendio que lo redujo a cenizas. De ahí surgió la famosa canción Smoke On The Water de la banda púrpura y el inicio de una de las historias más sórdidas de una grabación de discos, pero eso será otra historia.

El 3 de diciembre de 2021, justamente cuando se cumplía medio siglo de la llegada de Purple a Montreux, desconozco si de casualidad o intencionadamente, la banda catalana Rambalaya se propuso interpretar íntegramente el álbum Machine Head, que es como se llamo al maravilloso engendro que crearon Deep Purple en aquella accidentada grabación. Tarea osada y que de entrada prometía ser arriesgada al mismo tiempo que extraordinariamente sugerente. Unas semanas antes, Héctor Martín, tras un gran concierto de Dani Nel·lo y Los Saxofonistas Salvajes en Cornellà, nos confesaba que estaba muy nervioso al mismo tiempo que excitado, sacando como un loco los solos de guitarra del Hombre de Negro Blackmore, «qué cabrón, cómo tocaba el hijoputa» dejó caer como quien no quiere la cosa.
Allí estábamos para disfrutar de la ocasión, porque como dicen los argentinos, no la dejaron botando. La sala La Deskomunal del barrio de Sants, nueva para nosotros, se nos presentó como el lugar ideal donde disfrutar de la música en directo y por esa noche se convirtió en un alternativo Rocksound, ya que el bolo estaba organizado por A Caraperro y Rocksound, mientras que el templo del rock no renazca en otra ubicación, que ya tarda por cierto y lo echamos mucho de menos.
Rambalaya, para quien no conozca al grupo y sabiendo que no estamos en los setenta y los hippies nos quedan como muy lejos y muchos se piensan que son esos que venden baratijas en los mercadillos de Nadal o fiestas mayores, es todo un supergrupo, sí, de aquellos que tan de moda se pusieron en la década dorada del rock. Encabezados por Anton Jarl a la batería y compositor de la mayoría de temas de la banda, que camina entre el soul, swing, rock y algo de blues, con un concepto contemporáneo de la música, apoyándose en la voz de Jonathan Herrero, la guitarra de Héctor Martín, el bajo de Matías Minguez y el teclado de Fernando Tejero. Entre ellos, acumulan un curriculum que quita el hipo, a saber entre estas bandas: Los Mambo Jambo, Los Saxofonistas Salvajes, A Contrablues, Big Mama Montse, Amadeu Casas (cuánto te añoramos), Koko Jean & The Tonics, Emma Fernández y seguro que me dejo nombres importantes en el camino.
La impaciencia se aparto a un lado cuando casi puntuales salieron al pequeño escenario de La Deskomunal y estalló la locura con ls primeras notas de Highway Star, donde de entrada Jonathan nos dejó a todos mudos con su poderosa interpretación, dejando claro, por si alguien tenia alguna duda, que no íbamos a ganar en las odiosas comparaciones con Gillan. La entrada del solo de órgano me impactó y he de reconocer que Fernando Tejero me robó el corazón esa noche cubriendo con matrícula de honor una de las posiciones más complicadas a mi entender, la del inimitable Jon Lord, al igual que el risueño Héctor que llegado su turno se vino arriba y dando un paso hacia adelante se enfrentó con nota com laude a sus fraseos a los Blackmore. Piel de gallina señores, desde el principio hasta el final de Space Truckin’, porque el disco fue desgranado uno a uno y por orden establecido por la autoridad competente, es decir Deep Purple en diciembre de 1971. A la trepidante entrada le siguió Maybe I´m a Leo, una de mis favoritas del disco, Pictures Of Home y otro gran momento, Never Before, maravillosa ejecución.

«No probar las guitarras con Smoke on The Water», quién no ha visto esa frase estampada en un folio o pizarra en alguna tienda de instrumentos, pues hasta los negados a las dotes musicales como un servidor, sabemos ejecutar el riff del tema, pero no importa el desprecio que durante años se ha tenido el tema, sigue siendo uno de los riffs más potentes del rock y lo demostró el hecho de que las 140 personas que abarrotaban La Deskomunal lo tararearon hasta la locura. Si me tuviera que quedar con algo de la magnífica noche sería sin lugar a dudas el Lazy, con un Tejero superlativo y un Jonathan que se erigió como por arte de magia en un predicador ante su parroquia de pentecostales del sur de los USA pero en Sants que tiene mucho más caliu, que voz, debe ser un don del propio Diablo. Se cerró el set Machine Head con el destructivo Space Truckin’, que no los sonidos purplelianos, pues incluso sonó el Perfect Strangers, antes de dejar caer algunos temas propios que reivindicaron su valía y alguna versión de la Credence Clearwater Revival.
Una noche maravillosa, que se encargó de cerrar Antonio Rocksound a los platos. Este próximo año se cumple el medio siglo de la edición del disco, perfecta excusa para que ese concierto se pueda repetir y os lo aconsejo, si se hace, no lo dejéis pasar por alto, porque luego alguien os lo contará y la cabeza irá derecha a la esquina más cercana a darse golpes de arrepentimientos. Joder, que noche la de aquel día, sólo faltó la bengala y lo hubiéramos clavado.
JLBad


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