BAD MUSIC RADIO

Th´Booty Hunters
Bowling Pedralbes
24/02/22

Pues sí, no hay ningún error y tal y como ellos mismos anunciaban en las redes sociales, Th´Booty Hunters presentaban su disco «The End Of The Country» en «Una puta bolera» de la zona estudiantil de Barcelona, justo en el triángulo formado por el templo de los futboleros, los comedores universitarios y el descampado de las putas, que para qué engañarnos, era un sitio perfecto para el acto, musical me refiero.
Posiblemente lo único que sobraba eran los bolos, primero porque mis experiencias, pseudo deportivas, que las tuve en la juventud pero en la bolera no en el descampado, siempre se truncaron porque no había zapatos de mi talla y algún energúmeno con polo Lacoste y un GTI en la puerta se había pillado el único par de botas que se salía de lo normal, y en segundo lugar porque lo único que recuerdo es el tremendo estruendo generado por las bolitas de las narices y aburrirme como una chuleta en un banquete de vegetarianos, pero Xavi, vocalista de la banda, despejó mis miedos asegurándome que tenía muy buena acústica y que «en los USA es normal encontrarse a una banda tocando en una bolera, así que si ellos lo hacían por qué nosotros no podíamos», que también es cierto.

Allí estaba todo quisque, de los de siempre, esa inmensa minoría que actualmente se siente huérfana de punto de reunión, local social y templo musical, por lo que se la ve deambulando, como la Santa Compaña, de un lado a otro en busca de su ración, cada vez más pequeña, de estupefacientes musicales. Yo que soy muy dado a contar, no historias pero sí personas, pues cada uno tiene sus filias particulares, me apunté 112 personas mirando la actuación, no tirando bolas por las pistas, ni viendo no sé qué partido de futbol que pasaban por la gran pantalla. De momento todo pintaba bien, porque la cerveza no era muy cara y estaba bastante fría, cosa que es de agradecer y mucho.

Desde el principio, por si alguno no lo sabía, se trataba de un showcase no de un concierto al uso, de ahí que más de la mitad del público perteneciera a la prensa musical, y que la banda sólo interpretara el disco al completo en una actuación que rozó la hora aproximadamente.

En las dos primeras canciones el sonido era más bajo de lo deseable, pero para nada molestaban las partidas que seguían su deambular rutinario, es más, seguro que alguno utilizó la excusa de que le desorientaba la música para justificar su deprimente juego. Afortunadamente, al tercer tema todo sonaba como era debido y pudimos comprobar que los temas de «The End Of The Country» se defienden de maravilla en directo, más crudos y sin algunos detalles que los magnifica en el disco, pero que la banda suple en vivo con carisma y entrega como siempre, contando en «Gold Tone» con una estupenda colaboración a la harmónica de Victor «Tori Wolf», habitual de la escena blues de la ciudad, que trabajando en el local subió a dejarnos un gran solo de «soplallaunes».

Los temas sonaron de maravilla, sin seguir el orden establecido en el disco, pero casi, sobresaliendo el mencionado anteriormente, «Funny Consequencies», «Rage», «Lost for Nothing» y el que para mí es el mejor tema del álbum, «Stand My Ground». Ni que decir tiene, que a pesar de ser un showcase, la cosa terminó como debe de ser, descamisados y desenchufados entre el público, en un final de actuación que había conseguido atraer la atención del público ajeno a lo que allí estaba ocurriendo y que sin salir de su asombro, bailaron y se inflaron a sacar fotos y selfies para testificar que estuvieron allí, no saben dónde, pero estuvieron.

Lo peor de todo, la insistencia por pantalla de que la banda había sobrepasado el tiempo estimado para pensarse la jugada y que era obligatorio lanzar la bola, cosa que hicieron terminada la misma, lo puedo asegurar, quizás de una forma poco ortodoxa, pero desde cuándo Th´Booty Hunters lo han sido, ni siquiera a la hora de escoger pista, aunque en esta ocasión no les dio mala suerte.
¡Qué ganas de verles en el aniversario de Bad Music!
Texto y fotos: Jlbad