BAD MUSIC RADIO

IMELDA MAY
Sala Apolo
Barcelona. 14/06/2022
Venía un servidor en modo hater y predispuesto a cargarse el bolo de Imelda May, las razones: sus dos últimos discos nunca me han llegado a atrapar, no me enganchaba su nuevo enfoque aunque calidad hay en esos discos y mucha. Además, de un tiempo a esta parte daba la impresión que la irlandesa se abrazaba al mainstream, abandonando los sonidos puramente cincuentas que caracterizaban sus primeros trabajos discográficos y tirando más hacia el blues rock adulto y canciones para todos los públicos. Tampoco ayudaba mucho el hecho de colaborar con tipos de la calaña de Noel Gallagher con el cual hace un dueto en su más reciente álbum «11 past the hour» (2021) o de cantar el himno de Irlanda en un evento de lucha libre. Imelda, de unos años a esta parte, ya no me interesaba mucho la verdad.

Pero todos esos prejuicios se desvanecieron en el preciso instante en el que se materializó en escena con el tema que da título a su último disco, de aires muy cinematográficos. Fue suficiente verla salir, sobrada de carisma, con su porte victoriano, tacón de aguja y de negro de la cabeza a los pies para caer rendido ante ella. Sensación que no desapareció durante la hora y media que nos regaló a la (escasa, media entrada) audiencia que se dio cita en la Apolo. En cuanto a los músicos que la acompañaban se refiere, me esperaba una anodina banda de soporte, situada detrás de ella para no robarle protagonismo, pero nada más lejos de la realidad, mucho nivel el que atesoraban, y bastante jóvenes. Disfrutando con lo que hacían y con sus momentos de lucimiento, especialmente el guitarrista.

Concierto perfectamente estructurado, con sus debidos cambios de vestuario, sus subidas y sus bajadas y con luces y proyecciones muy apropiadas según el tono de las canciones. Empezó en modo íntimo y tras la citada «11 past the hour» cayeron «Levitate», una emocionante «Black tears» y «Breathe». El dominio escénico del que hacía gala Imelda era pasmoso, a una voz perfectamente modulada se le sumaban unas dotes interpretativas excelsas. Una gozada verla gesticular, alzar los brazos, subrayar sus palabras mediante lenguaje corporal y poner el alma en cada nota. Tras un breve interludio en el que pudimos escuchar por el equipo de sonido a Imelda recitando uno de sus poemas sacó su vertiente más pop con «Just one kiss» a la que siguió una de las pocas concesiones a su pasado rockabilly con «Big bad handsome man» y una sugerente «Sixth sense». El siguiente tramo fue el más introspectivo y personal, con nuestra protagonista explicando de manera muy natural como compuso las canciones que iba interpretando: el miedo a enamorarse, la pérdida el año pasado de su madre, su curiosidad innata y su voraz apetito literario por ejemplo. Destacar de esta tanda «Human» y «Longing». Perfecta ella y la banda en todas las facetas, encararon la recta final antes de los bises con ese temazo de sus comienzos que es «Johnny got a boom boom» y con «Made love» pusieron a toda la sala a bailar. Tras «Mayhem» se retiraron para volver a salir y entonces fue cuando Imelda compartió con nosotr@s unas vivencias que tuvo con su buen amigo Meat Loaf, recientemente fallecido, al que honró con una impresionante «I’d do anything for love» (but I won’t do that)». Como traca final una siempre efectiva «Tainted love» y una espectacular «Diamonds» tras la cual nos dejamos las manos aplaudiendo mientras un sector del público no cesaba de gritarle «guapa» con tal fervor que pareciese que estuviésemos en el Rocío e Imelda fuera la mismísima virgen.

Concierto inmaculado el de la irlandesa, sonido de notable alto, una iluminación muy teatral que realzaba la gravedad de las canciones y una escenografía y puesta en escena espectaculares. A tus pies, Imelda.
Texto: Nico García
Fotos: Pili Pimpinela