
ECHO & THE BUNNYMEN
Sala Razzmatazz. Barcelona
29/09/2023
Muy buena entrada en Razzmatazz el pasado viernes para ver a la veterana banda de Liverpool. El perfil del público era el que me esperaba, de cuarenta y cinco para arriba, siendo generoso. Por alguna extraña razón las nuevas generaciones no han conectado con la música de la banda, no será por la indudable calidad de su robusta discografía, con un periodo de lucidez compositiva entre los años 80-87, época dorada del grupo, en la que basaron prácticamente la totalidad del set.
Con algo de retraso y envolviéndonos en una nube de fuzz arrancaron pasadas las nueve y cuarto de la noche con «Going up». Apuntar que la banda no permitió a l@s fotograf@s hacer su trabajo en el foso, derivándol@s a (palabras textuales de la chica de producción que nos atendió) «delante de la mesa de sonido«, vamos, donde todo el mundo. Eso sí, solo las tres primeras canciones y sin utilizar el flash. JA JA JA. Aun con este inconveniente, nuestra fotógrafa se las maravilló para conseguir algunas fotos decentes para acompañar la crónica.
Con la banda ya situada en el escenario, decíamos, la disposición de los miembros ya nos permitía hacernos una idea de lo que son los ECHO & THE BUNNYMEN del 2023, en primera línea, y mejor iluminados, los dos miembros fundadores, Will Sergeant a la guitarra e Ian McCullouch. El resto de la banda un paso atrás aportando músculo y profundidad a las canciones. También comprobamos enseguida que la voz de Ian no ha perdido un ápice ni de calidad, ni de profundidad, ni de capacidad de cautivar. Honores también para su fiel lugarteniente, el cual le sacaba a su preciosa Fender azul celeste, tanto riffs cortantes, cual cuchillos, como preciosos arpegios; tan sólo se separó de la citada, para colgarse una de doce cuerdas para el clasicazo «The killing moon». Y de clásicos fue la noche, con un setlist en el que no faltaron esas canciones como castillos, tales como «Seven seas», «All that jazz», «The cutter», «Bring on the dancing horses» o ese momento, habitual en sus shows el que fusionan «Nothing last forever» con «Walk on the wild side» de LOU REED. Todas sonaron fantásticas con un sonido en la sala a la altura de la banda, con dos momentos cumbre: La épica «Over the wall» y una sensacional «Lips like sugar» en el primer bis.
Aún siendo un repertorio bastante previsible (calcado al de Madrid) y bastante escaso el minutaje, apenas ochenta minutos, imposible no caer rendido ante tal avalancha de temazos, uno detrás de otro. Además, es un lujo tener delante a una leyenda como Ian McCullouch, una de las mejores voces de su generación, si no la mejor, en tan buen estado de forma. Pocos como él se fusionan tan bien con el pie de micro con esa actitud chulesca (el gaznápiro de Liam Gallagher le debe todo). Simpático, comunicativo, incluso acabó el bolo lanzándole unas rosas al público. Gran concierto, pero al igual que THE CULT, con esas discografías podrían tirar de fondo de armario y alargar un poco más los conciertos. Si Robert Smith, que es de la misma quinta, puede, ellos también.
Texto: Nicolás García
Fotos: Pili Pimpinela


Deja un comentario