BAD MUSIC RADIO

FOLK YOU!
MARC ROKENBERG & ELEPHANT EARS
NICK DITTMEIER & THE SAWDUSTERS
TH’ BOOTY HUNTERS
BRIDGE CITY SINNERS
Sala Upload. Barcelona
07/10/2023

Nuevo festival con vocación de continuidad o simplemente coincidencia en fechas de bandas afines aprovechadas para armar el evento?, no lo sabemos, pero visto lo visto y escuchado lo escuchado sería deseable lo primero. Cuatro propuestas en principio diferentes, salvo TH’ BOOTY HUNTERS y BRIDGE CITY SINNERS con parámetros musicales similares, sendas bandas que reinterpretan la música de raíces en clave Punk, los de Viladecans tirando más al Country y los de Portland al Folk. 

   En la primera parte del festival actuaron la banda de Marc Rokenberg, el organizador del sarao, artista y promotor al frente de la productora RED SUN, acompañado de su banda de directo ELEPHANT EARS y desde Indiana NICK DITTMEIER & THE SAWDUSTERS. Ambas formaciones con el denominador común de fusionar aquello que se denominó Americana, o Alt Country, con sonidos más propios de la música alternativa de los noventa. 

   Por tanto, dos partes claramente diferenciadas en cuanto a estilo musical, y aunque a priori pudiera parecer un batiburrillo estilístico, la calidad de las bandas y el gran ambiente que se respiraba en el local devinieron en un evento más que disfrutable. Buena entrada en la sala del Poble espanyol, punkies, psychobillys y fans del country y la americana unidos en comunión disfrutando de buena música, más alla de modas o estilos. 

   Para abrir boca, los citados ELEPHANT EARS con Marc al frente. Marc Arnas, Miguel Lezcano y, a la batería ese hombre del renacimiento que responde al nombre de James Vieco (SATURNA, TEARS IN RAIN, THE JAMES VIECO BAND), los cuales ofrecieron un reducido set en el que presentaron en directo nuevas canciones que estarán incluidas en el próximo álbum de Marc, el tercero ya, que se publicará en noviembre, caso de «Down the line», «Reach for the sky» o su nuevo single «Million times». Dejaron al respetable con ganas de más, con lo que habrá que estar pendientes de las fechas que tienen por cerrar para este otoño/invierno. De momento anotamos en rojo el dieciséis de noviembre, día en el que se presentarán en directo en el Ocaña de la Plaza real. 

    Tras la banda de Barcelona llegó el turno de NICK DITTMEIER & THE SAWDUSTERS, también con un reducido set de apenas cuarenta y cinco minutos interrumpido en la segunda canción por un problema con un ampli que se solventó rápidamente y que no les impidió ofrecer un señor concierto. Formato trío, el de esta más que interesante banda que poco a poco se va despojando del country más clásico de sus dos primeros discos y afianzando su personalidad, como demuestra ese fantástico «Heavy Denim» (2022) que venían a presentar. El descubrimiento de la noche. 

   El plato fuerte de la velada para el que escribe eran los inigualables TH’ BOOTY HUNTERS. Uno ya ha perdido la cuenta de las veces que los ha visto sobre las tablas. Nunca defraudan, pero lo del sábado fue algo especial, opinión refrendada por vari@s asistentes, también con muchos conciertos de los Booty a sus espaldas. Un Xavi poseído desde el principio, una banda que salió a matar sin contemplaciones y que condensó en poco más de cincuenta minutos todo el salvajismo de un concierto de los cazadores de culazos. A los pocos minutos Xavi ya estaba en su elemento, esto es sin camisa y empapado de sudor. Sin apenas descanso entre canciones para coger un poco de resuello, iban desgranando su fantástico repertorio, «Black and decker», «Speaking of the devil», «Agonic blues» o «Funny consequences» entre otras, sonaron tremendas, parecía que era el último concierto de sus vidas (y de las nuestras). Rescataron «Dad way» de sus comienzos, colaron unos fraseos del «Folsom prison blues» de JONNHY CASH, una especie de rap latino, le pegaron fuego (literal) al contrabajo y a la guitarra y terminaron el bolo con su recurrente bajada de la banda al foso del público para terminar con un acústico en el cual Jordi cambia el kit de batería por una tabla de lavar ropa con la que hace la percusión. Como anécdota personal decir que me acompañaban dos amigos alemanes que no conocían a la banda y que se quedaron a cuadros con lo que vieron y se declararon en el acto fans de TH’ BOOTY HUNTERS para toda la vida. Conciertazo para enmarcar. 

   Tiene que ser complicado salir a escena después de semejante torbellino, yo desde luego si tocara en una banda no me haría ninguna gracia salir detrás de los de Viladecans, tras una divertida intro con la música de los Cazafantasmas hicieron acto de presencia BRIDGE CITY SINNERS, una entrañable panda de freaks, en la que destacaban su tatuada cantante, su guitarrista con patillas de Lobezno y, sobre todo, su violinista, un personajazo con una poblada barba a lo Valle-Inclan y sombrero de ala ancha que se destapó como alma del grupo y que fue el que más interactuó con la audiencia. Una suerte de Folk satánico el que practica esta banda de Portland, con predominio del violín y el banjo y que de tanto en tanto usa el recurso de la voz gutural. Se echaba de menos algo de percusión y quizás su cantante hablaba demasiado entre canciones, aparte de que no se le entendía un carajo, pero aun así muy divertidos, poco a poco el concierto fue ganando en intensidad para acabar a lo grande con «Witches’ wrath», con la banda y el público desatados y una suelta de globos que puso fin al mini festival. Casi cuatro horas de buena música tras los que no podemos hacer otra cosa sino felicitar a RED SUN por esta interesante iniciativa y desear que tenga continuidad en el futuro. 
Texto: Nico García 
Fotos: Pili Pimpinela