Pokey LaFarge + Xavi Malacara
La [2] Apolo

Miércoles 1 de noviembre de 2023

Comenzábamos bien el mes de noviembre, repleto de conciertos y algunos muy meritorios, como el de esta noche. Día de los difuntos y quizás por eso, la sala parecía una nevera, para que no se descompusieran los cuerpos, pero joder, que se congelaban los pelos de la nariz.


Salieron al entablado Xavi Malacara y su banda, reforzada como cuarteto con Óscar Rabadán, para deleitar a un público, que a medida que iba entrando, se dejaba contagiar por los ritmos que brotaban del escenario. Poco a poco y con buena letra, con una banda sólida, una colección de canciones valiosas, una postura elegante, cercana y honesta, aliñada con un poderío sonoro que ha subido el listón considerablemente, siendo esto muy complicado, pues marcaba niveles cercanos a la explosión. Qué ganas de escuchar nuevas grabaciones como cuarteto.
No debo ocultar, ni quiero, que soy un fan de las canciones de esta formación, pero es que me pareció un concierto sublime, que en escasos cuarenta minutos, se presentaron ante una audiencia que, creo sinceramente, no se lo esperaba y terminaron sucumbiendo. Temas como «Kings & Politicians» o «The Rookie» sonaron espléndidos y engatusaron al personal, que caía rendido con «Grave of Secrets», tema bandera de la banda. Lo dicho, una apertura de lujo.
Aquí termina mi aportación, pues aunque parecía broma lo de la temperatura, no lo era y ¡Por Satanás!, que nunca he pasado tanto frío en una sala… total, que muy a pesar mío, me perdí más de la mitad del concierto de LaFarge, e ingresé en la larga lista de acatarrados de noviembre.
Texto: JLBad

Soy Xavi de Malacara Blues Band y la redacción de Bad Music me pide que relate el concierto del gran Pokey LaFarge desde el punto de vista del telonero. De entrada, es una bendición poder abrir para un artista internacional. Llevo en esto unos cuantos años y casi me he aficionado. He teloneado a Coldplay, Blur, Stereophonics, Audiovent, Hockey y Nick Moss Band a su paso por Barcelona o Madrid. Tengo anécdotas de todos los artistas, casi todas de buen recuerdo.
Mi historia con P.L viene de hace tiempo. Es un artista que sigo y admiro. En Malacara llegamos a tocar su hit : «Something in the Water». Hace unas semanas hablé con Acaraperro, nuestro sello, para que trajeran a P.L a Barcelona, en su gira por España. Me dijeron que el caché estaba caro y que era complicado traerlo. Así que cuando iba a pagar la entrada para verlos en Zaragoza, nos avisaron que finalmente vendrían y que nosotros abriríamos la noche en La [2] de Apolo
Al manager de la banda no le hacía ninguna gracia tener telonero y parece ser que no lo puso fácil. Los días de antes pensé que esta vez la experiencia no iba a ser tan gratificante. Y con ese escepticismo, nos presentamos en la sala a la misma hora que los de Illinois. Primero entró Pokey. Muy jefe. Muy controlando todos los detalles. Repasando el setlist. Ayudando a colocar la batería. Preparando sus dos preciosas guitarras junto a su asistente. Después el resto de la banda. Parecían cansados. Nos comentaron que tenían sueño. Venían de tocar de Valencia y por lo que supimos fue Sold out y un buen concierto. Hicieron las pruebas de sonido a modo de calentamiento que sonaron deliciosas. Entrando poco a poco en los temas y revisando algún arreglo. Más tarde en el camerino pudimos ver a Pokey repasando detalles del show. 
Mientras, su reciente esposa y compañera de escenario, la californiana Addie Hamilton, aprovechaba para hacer unos pases de baile improvisados y departir con nosotros, a la vez que le distraíamos unas cervezas para la banda. Esta vez, los que teníamos la llave de las bebidas éramos nosotros. Pasamos un buen rato en el camerino e intercambiamos alguna que otra broma. Parecían muy felices de estar en Barcelona. Su amor por la ciudad quedó sellado con ese tema que gusta tanto «Goodbye Barcelona» que más tarde interpretaron poniendo toda la carne en el asador.
Y así, después nuestro concierto, salieron a escena. Una presentación cuidada, casi milimétrica, de un show que tienen rodado y estudiado. Un espacio enorme para que Lafarge pueda girar sobre sí mismo y a mitad de concierto coreografiar unos pases de baile con su esposa. Un espacio donde pudo caber nuestra banda, ya que el manager no permitió compartir backline
El combo que formaban The Northsiders, sonaba perfecto. Parecían sacados de una grabación. No había espacio para la improvisación. Los temas, algunos ya hits, como «Lucky Sometimes» te transportaban a otras épocas. La voz de Lafarge es portentosa y tiene claro como quiere ser tratada. Muy comprimida y aguda. Es su sonido, aunque yo soy más fan de preservar la dinámica. El resultado te transporta al sonido de los discos a 78rpm de otros tiempos. 
Los Malacara seguimos desde un lugar privilegiado el show. Atentos a cada detalle. El Joker, nuestro batería, me explicaba el origen de algunos ritmos. Comentamos que el sonido de la trompeta era tan perfecto que parecía una secuencia. Un excelente Erik Miron, guitarrista y trompetista. Que destacaba. El teclista muy versátil ponía intros que ya sonaban míticas. Tai, nuestro contrabajista, me decía que el contrabajo era atípico. Tocaba el contra como si fuera un bajo. Era muy rápido.
Al final del concierto la gente se abalanzó sobre el merch. Camisetas a 30€ que volaban. Nosotros vendimos algún CD. 
En definitiva, la noche fue para nosotros de las que no se olvidan. Temimos no tener afluencia de público, pero hasta eso salió bien y mucha gente llegó para ver al telonero.
Texto: Xavi Malacara
Fotos: JL Bad


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