
DYLAN LEBLANC & BAND
Sala Razzmatazz 3. Barcelona
12/11/2023
Buena entrada el pasado domingo para ver a este joven cantautor natural de Louisiana, acompañado de su banda. Es de mérito el ambiente que se creó en la sala pequeña de Razzmatazz habida cuenta de la cantidad de conciertos que se celebraron la pasada semana, entre otr@s nos visitaron LARKIN POE, acompañadas de THE SHEEPDOGS, SARAH SHOOK & THE DISARMERS y WEDGE. Por tanto, felicitarnos de la buena acogida del concierto, el núcleo duro del rockerío barcelonés respondió y se hizo el ánimo para acudir a la sala del Poble Nou y disfrutar de las bellas melodías de DYLAN LEBLANC.

Con una voz situada en un punto indeterminado entre la de NEIL YOUNG y RYAN ADAMS nos encandiló con su directo, aunque también hay que decir que adoleció de falta de conexión con el público. Dylan canta ensimismado, con los ojos cerrados, como para sí mismo. No se comunicó con la audiencia hasta el ecuador del concierto, cuando chapurreó el clasicazo guiri «Barcelona, como estás?«, y no con muchas ganas que digamos. En lo musical ninguna pega, todo lo contrario. Venía a presentar su reciente, y muy recomendable, «Coyote» (2023) del cual interpretó un buen número de canciones, destacando «Dust», «Stranger things» o la que da título al álbum, aunque también echó mano bastante de ese fantástico «Renegade» (2019). Muy bien acompañado por una banda en la que figura como bajista y haciendo coros, nada más y nada menos que su señor padre, veterano músico de sesión que introdujo al joven Dylan en el loco mundo del Rock n’ roll, y parece ser que se introdujo a lo bestia, pues a la tierna edad de quince años ya estaba ingresando en un centro de desintoxicación. Al otro lado del padre, a la guitarra, un simpático barbudo que me conquistó con su camiseta de los EAGLES, un batería y un teclista casi oculto al fondo del escenario que cumplieron su trabajo a la perfección. Mención de honor al técnico de sonido que hizo que todo sonara limpio y en su sitio y con la voz de Dylan en primer plano, que es lo que pide su música.

Un poco más arriba hemos citado a NEIL YOUNG y a RYAN ADAMS para situarnos en el rango vocal de Dylan. Hay que dejar claro que no tiene el talento compositivo de este par de colosos, ni tiene el aura y la profundidad del canadiense, ni esa afectación del de Jacksonville, pero aun así es poseedor de una voz muy catchy y sus composiciones, sin entrar en comparación con los artistas citados, rayan a gran altura. Un aspecto que sí debería mejorar es la interactividad con el público, casi ni nos miraba y el final del concierto fue un poco extraño, después de despedirse volvieron al poco para tocar tan solo un tema cuando desde la primera fila se veía perfectamente el setlist en el que figuraba una canción más. Después nos enteramos de que Dylan estaba algo enfermo esa noche, circunstancia atenuante, pero no eximente para que la conclusión sea, que estamos ante un gran artista que parece que ha tocado techo. Las comparaciones son odiosas, pero, diablos, como se parece su forma de cantar a la de RYAN ADAMS y que hay que ser un poco más salao Dylan, que no cuesta nada.
Texto: Nico García
Fotos: Pili Pimpinela


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