BAD MUSIC RADIO

Shake
Pocket Concerts
CC Collblanc-Torrassa, L’Hospitalet
15.03.24

Inicio de un fin de semana cargadito de faena, muchos conciertos condensados en dos días. En los Pocket Concerts tuvimos presentación del cómic «Soul. La novela gráfica», de Manuel López Poy y Pau Marfà, para, apto seguido, asistir a una ceremonia vital de música en vivo con la banda barcelonesa Shake.

Capitaneados por dos componentes del grupo de garage punk The Capaces, que están de celebración de sus primeros veinticinco años de carrera, Marta Martillo a la voz, y Cleve a las guitarras. Su sonido es áspero y visceral, no se apoca en melodías melancólicas y se decanta más por el lado salvaje del soul. Como ya advirtió Marta al comenzar el show, su visión del soul es más cercana al sello Stax, que no era precisamente fabricante de sonidos edulcorados, más bien todo lo contrario, desparramando el orgullo de la música negra. Sin ir más lejos, su nombre está extraído del cancionero de gran Sam Cooke, hombre que le toco los colgantes del escroto a la industria, como a los puritanos y racistas del cinturón católico, y que si bien tenía una versión sacarina de sus temas, era un lobo estepario en directo, y para su gente. Así le fue, que se lo cargaron, en uno de los episodios más bochornosos que la policía estadounidense ha protagonizado, y eso que es casi imposible superar el nivel de ignorancia supina que gastan.

Los pitos templaban el ambiente de unas guitarras y base rítmica que se iban, a toda castaña hacia frenopáticos sonoros, que bien podrían haber pisado animales de tablas, como Otis Redding, James Brown y la también añorada, Sharon Jones, mujer que burlo durante un tiempo a la muerte, pero ya se sane que nunca escapamos de la parca.

Fantástico show, donde repasaron los dos trabajos editados hasta el momento, «Soul’n’Roll», que bien podría definir su sonido y entrega, más «Grasping The Roots». Quizás estaréis pensando qué queda de The Capaces en Shake, pero su postura es muy inteligente y definen perfectamente las personalidades de cada combo, aunque, uno no se puede abstraer de la energía que despliega Martillo, y que si bien es más comedida en este caso, nos agota de igual manera. Es un calambre escénico, no se está quieta ni un momento, canta, grita, se estira, retuerce, arrodilla o se baja del escenario y se sienta a cantarle a las primeras filas, apoyada en el entarimado. Cuida a sus escuderos, pero al mismo tiempo los castiga, suda y bebe whisky, o bebe whisky, y por eso suda, como el respetable, que perdió la poca vergüenza que poseía, y bailaron como alacranes en un círculo de fuego.

Una banda para destrozar los huesos, a base de buen soul, con actitud y aptitud, que parece lo mismo, pero no es igual. Ya tardan en anunciar un nuevo show.
Texto: JLBad
Fotos: Teresa Canturri

https://www.youtube.com/live/6p53F9g5DPM?si=dZmsU6G3lFa0aCvG