
NEW OLD SCHOOL
BLUES ON THE ROCKS
Poble Espanyol
31.07.24
Una gran noche de verano duro, en un escenario magnífico, si no fuera por el ataque indiscriminado y asesino, de un ejército de mosquitos, que no impidieron que disfrutáramos de New Old School, en la primera noche de la programación Blues On The Rocks.
Hay muchas formas de valorar la calidad de un concierto, por encima de todas ellas, está la aportación del grupo, que depende en gran medida del sonido, iluminación, y del público. Pues bien, en ese aspecto, salvo algunas descompensaciones sonoras al principio, y la demoniaca luz roja permanente e impertinente, en el último cuarto de hora, todo perfecto.
Otra manera, muy personal, de comprobar si la convocatoria ha alcanzado las expectativas, en este caso de Capiloba, como dirección artística, y el Poble Espanyol del Blues Is My Business, es la cerveza, si como pasó la noche de la despedida de julio, a mitad de bolo, la cerveza está caliente, es que ha sido un éxito, y los números cuadran.

Vamos con lo que nos atañe, la música. La banda salió a las 21:15, con puntualidad británica, aunque sus malabarismos sonoros miran más hacia el otro lado del océano. Tan solo cuentan con un Ep, llamado como ellos, por lo que éramos sabedores de que muchos temas nos iban a sonar nuevos y extraños. Pero cuando el concierto comienza a golpe de pedal de wha-wha, la cosa pinta bien, pero si el tema posee aromas hendrinianos, pinta muy, pero que muy bien.
Así abrieron la actuación y, de entrada, se metieron al numeroso público en el bolsillo, para caer en el tercer tema con la estupenda «Take my Hand», que abre su disco, como una estupenda tarjeta de presentación.
Volvieron al disco, tres o cuatro temas más tarde, con la emotiva «I Miss You», que Jordi —guitarra y vocalista— explicó que estaba dedicada a un amigo que abandonó este barco. El tema gana muchísima contundencia en directo, y reafirma que Jordi es un gran guitarrista y un buen vocalista.

En ese momento, el concierto entra en un periodo cercano al southern rock setentero, sobrevolando el espíritu de The Allman Brothers Band en más de una ocasión, así como un fragmento de progresivo, donde se revelaron algunos solos precisos, de teclado y bajo, que no les dieron aires de jam band, pero cerca anduvo.
El concierto iba creciendo exponencialmente, en fuerza, volumen, rapidez y carisma, algunos no pudimos reposar el trasero en ningún momento, porque lo de mover el esqueleto e hidratarse, también formaban parte del show.
En esta guisa estábamos, cuando presentaron el tema que cierra el disco, «A Million Miles», personalmente creo, que es el mejor del trabajo, pero superado de nuevo por la versión de directo, donde no solo Allman Brothers revolotearon por la carpa, es que el ritmo de la batería, los rasgados de guitarra y el estribillo, son puro Black Crowes.

«Amelia» es otro de los temas del Ep New Old School, pero si antes nos quedábamos con las versiones de directo, ahora debemos añadir que la progresión del tema, lo hace casi irreconocible y, por otro lado, terminó de embrujar a la excisión dudosa del respetable. Como anécdota, una chica me preguntó si estaba grabando en video el tema, porque le había maravillado, lástima, se trataba de fotos, pero espero que luego se agenciara el disco, tal y como le aconsejé.
La dicha, si llega por partida doble, es más venturosa. Digo esto, porque el jueves pasado en Jamboree, Martha High realizó una extraordinaria versión de Etta James, «I’d Rather Go Blind», y justo una semana después, New Old School, tuvieron la osadía de hacerla… no tenían bolsillos para meter tantos aplausos. Una reinterpretación cercana más a Chicken Shack, o Beth Harp con Joe Bonamassa, que a Etta, fascinante y pienso, que de obligada ejecución en todos sus directos.
El final de la actuación se acercaba, y aparecieron más palpables, los aires funk de Marc Ruiz —batería—, primero con un tema nuevo de su autoría, llamado «The Boy», y más tarde con un bis, donde el funk y el rock se fusionaban para dejar el pabellón muy alto, altísimo.
Fantástica primera noche del Blues On The Rocks. Nos quedan tres más.
Texto y fotos: JL Bad


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