
Era un secreto a voces, DEADYARD vuelven a intentarlo. La banda lo anunció hace
pocos días en RR.SS y rápidamente les pedimos una entrevista para que nos
explicaran los detalles de este retorno tan ansiado por l@s fans. La cita fue en el
Sports Bar Sonora, un lugar bien conocido por la parroquia rockera, al lado de la
Sala Razzmatazz. Tuvimos el placer de charlar distendidamente un buen rato con
Marc (batería), Carlos (guitarra) y Rau (bajo), tenían muchas ganas de hablar, se les
veía muy contentos de retomar el proyecto donde lo dejaron, hace ya más de tres
años. Esto es lo que dió de sí la conversación.
Nico García: ¿La primera pregunta es obligatoria, ¿por qué lo dejasteis? ¿Por qué se acabó Deadyard?
Marc: Yo creo que se acabó porque era una opinión generalizada, pero no se acabó sólo por un motivo, se acabó por varias cosas y ninguna era buena. En aquel momento lo sentíamos así. La pandemia supongo que no ayudó, pero las relaciones no estaban quizá en el mejor momento… Simplemente llegó un día que dijimos, bueno en este caso el cantante Pablo dijo que ya estaba bien para él y que no le apetecía más, que le estaba costando, pero bueno, esto lo debería contar él. Lo que nos faltaba a nosotros era esto, ¿no? Y ninguno luchó mucho para que eso tirara para adelante. No nos planteamos más allá de alguna conversación lo de buscar otro cantante.
Carlos: Era algo que se veía venir, se respiraba en el ambiente. El grupo no se disolvió porque hubiera ningún mal rollo o ninguna historia mala. La relación era bastante buena, lo que pasa es que la verdad que era una época bastante intensa, digamos.
Rau: Bueno y para todos también la pandemia, quieras o no, fue un cambio en general para todo el mundo. Era como que no teníamos en la cabeza la intensidad con la que se nos planteaba el futuro con la banda. Y Pablo dijo que le apetecía no hacerlo y al final todos dijimos pues que, si no era con Pablo, no. Yo creo que también nos fue bien un poco a todos.
Marc: Yo creo que sí porque tal y como estamos ahora, sin hablarlo, nos lo tomamos de otra manera, también es verdad que aún no hemos tocado, jeje. Falta ver cuando esto arranque pues qué puede pasar.
Pili: ¿Pero habéis ensayado?
Marc: Ensayado, sí. Luego se han dado las circunstancias personales para volver, pero bueno, esa es otra cosa.
N.G.: La segunda pregunta también es obligatoria y es complementaria de la
primera.
Carlos: Bueno yo creo que no hemos contestado a la primera todavía (risas). No le
vamos a echar toda la culpa a Pablo. Como grupo estábamos flojos, estábamos cada uno distraído. Nos quemamos muy rápido.
Rau: No, y que apetecía tocar, pero también era en plan ostia la pandemia, bolos a
medias, que si aforos a medias, no sé qué, ahora cuándo va a arrancar… No queríamos tener eso en la cabeza, preferíamos recuperar cada uno su vida y luego entre todos ver lo que pasaba.
Carlos: Yo creo que la pandemia fue la guinda del pastel. La decisión sí que ya estaba un poquito tomada de antes y yo creo que la pandemia ya fue un poquito el hachazo final. Yo lo veo así, des de mi punto de vista. Sí que la cosa ya era frágil antes de la pandemia y la pandemia ya acabó de machacar la cosa. Fue como que inclinó la balanza hacia un lado muy claramente. Igual sin la pandemia a lo mejor sí que hubiéramos podido acabar la gira que teníamos, igual las sensaciones hubieran sido buenas y la banda a lo mejor hubiera querido continuar, o no, igual hubieran sido malas y hubiera sido algo definitivo, ¿sabes? Pero sí que, como no tuvimos esa oportunidad porque la pandemia ya nos crucificó de entrada, obviamente la balanza estaba inclinada hacia algo negativo.
Marc: Yo recuerdo también que cada vez nos costaba más tomar decisiones.
N.G.: ¿Es una democracia Deadyard? ¿Cinco tíos, cinco votos?
Carlos: Sí. Absolutamente.
Rau: Nos puede llevar como tres semanas decidir algo, pero sí, que todo el mundo esté de acuerdo.
Carlos: Y está bien que sea así.
Marc: Una democracia en la que cada uno tiene su carácter.
Carlos: Demasiado bien que nos hemos llevado todo este tiempo con lo diferentes que somos entre nosotros. O sea, demasiado ha durado este grupo (risas).
P. P.: ¿Os conocíais bien antes de formar la banda?
Carlos: Sí, pero musicalmente sí que venimos de influencias diferentes y la verdad es que, creo que un poquito el secreto de que la banda haya funcionado es que hemos sabido congeniar bien esas influencias. No ha habido mucho choque ahí, o el choque que ha habido ha sido positivo. Hemos sabido canalizar bien las influencias. Aunque Deadyard es una banda en las que las cosas siempre han costado mucho.
N. G.: ¿Por qué habéis vuelto en este momento? ¿Por qué ahora?
Marc: Yo creo que todos tenemos la sensación, por lo menos yo, de que musicalmente Deadyard siempre fue brutal. Han pasado estos años y para mí ha sido una sensación de volver a casa, porque es tan fácil tocar con estos tíos. Y lo que más me jodió cuando lo dejamos es que todo lo que nos rodeaba se desmoronó, pandemias, presiones, movidas personales, mierdas varias… todo eso emborronó el hecho de que cuando nos veíamos en el local joder, hacíamos así (chasquea los dedos) y siempre sonaba algo guapo y esa es la base de una banda para que siga funcionando, porque no te van a hacer los temas los otros.
Carlos: Yo voy a decir, a colación…
Rau: ¡Qué raro! (risas).
Carlos: A colación de lo que ha dicho Marc, la gente se piensa que montar una banda es: se juntan cuatro o cinco colegas y la cosa ya tira… Y una mierda, o sea, no es fácil que de repente tú te juntes con cuatro elementos más y aquello cuaje. No es fácil y cuando pasa, que pasa pocas veces, es brutal. Pero muchas veces lo subestimamos eso, no todos los grupos funcionan de la manera que yo, por ejemplo, he podido vivir la experiencia con ellos. O sea, desde el puto primer día cuando llegamos al local y empezamos a tocar, aquello explotó. Y es así y no es fácil que pase eso.
Rau: De hecho, hemos hecho unos pocos ensayos como toma de contacto. Nos dimos cuenta que teníamos como veinticinco ideas nuevas, que no recordábamos ni la mitad y empezamos a refrescar cosillas y hemos hecho ensayos completos pocos, creo que ninguno jejeje. Pero así de refrescar temas y sacar temitas nuevos. Creo que en el ensayo de la semana pasada fue un poco de decir ¡Ostia! La conexión de la que hablamos a veces, que nos resulta fácil tocar juntos.
Carlos: Cuando formas una banda hay un trabajo que tienes que hacer para que la banda acabe de cuajar y ese trabajo a veces tarda más, es un trabajo de ensayos de ir compactando. Con Deadyard eso pasó casi al segundo día, no hubo que hacer ese
trabajo.
N. G.: ¿Cuáles son, como banda, vuestros planes más inmediatos?
Marc: El concierto de vuelta, digamos y obviamente, queremos hacer más conciertos de vuelta jajaja
Carlos: Conciertos de ida y vuelta, jajaja.
Marc: Hacer el concierto del retorno y obviamente queremos hacer más, ya hay cosillas por ahí que nos han ofrecido y luego, estamos trabajando en el tercer disco. Material hay, ya casi, casi podríamos entrar a grabar. Estos son los primeros planes que se hablaron, sin mirar mucho más allá. La idea original era hacer sólo el concierto este. El caso es que yo ahora con Pablo nos vemos mucho más, ya teníamos amistad mucho antes de Deadyard, yo había tenido ya dos bandas con
Pablo antes de Deadyard, con él y mi hermano. Al irnos a vivir también a Calella pues no perdimos el contacto. Un día hablando con él le comenté que a Carlos le habían diagnosticado cáncer y que con lo importante que era el grupo para él pues podríamos hacer un concierto tipo homenaje. A veces llega un momento que llegas a pensar: ¿Por qué nos separamos? Yo, al menos, tenía esa cosa en la cabeza y hablando con Pablo un poco como que salió todo esto de manera natural y le dije: ¿tu no has pensado en hacer un bolo? Y me dice: yo también lo había pensado.
Pues lo hablamos con el resto y al cabo de una semana nos encontramos todos.
Carlos: Vinieron al hospital a contármelo cuando me operaron y casi los tuve que echar porque no veas los notas ahí montando el cirio (risas). Y nada, yo estoy muy contento de que volvamos otra vez.
P.P.: Bueno, ha sido un notición, ¿habéis visto en las redes que está todo el mundo
contentísimo esperando el concierto?
Carlos: Emociona mucho la verdad, emociona ver que la gente todavía se acuerda del grupo.
N. G.: Yo cuando los vi por primera vez (creo que fue con Baboon Show en
Estraperlo) dije: Ostia es que me identifico con los cinco. Cada uno tiene su cosa
que es que me flipa. O sea, cómo tocan, lo que hacen, las camisetas que llevan, los parches… me digo: ¡yo soy como estos tíos! Y a partir de ahí fanático…Los he visto arruinar conciertos al grupo que tocaba después de ellos varias veces. Me acuerdo uno con Giuda en Estraperlo también, que los barristeis. Es que tocar después de Deadyard es jodido.
Marc: Sí hubo tensión en ese bolo de la banda con nosotros. Con Detroit Cobras también fue un poco lioso.
N. G.: Es que era un torrente de energía y luego sacaban muy buenas canciones
también. Porque hay grupos como ellos que tienen buen sonido y tal, mira qué
punkis, mira qué tal…pero luego las canciones no se te quedan: Repo man,
Machinery for sharks, Armageddon it!, Old and Angry… Se nota que escuché el
disco ayer, ¿no? (risas).
Rau: Estamos haciendo el set y no la quiere tocar (a Carlos) jajaja (Machinery for sharks).
N. G.: Y hacer una versión de Beastie boys: «SABOTAGE». ¿Pero estos tíos
haciendo una versión de los B. B.? ¡Los amo! Perdonad que parece que me estáis
haciendo la entrevista a mí.
Carlos: ¿Qué más te gusta de Deadyard? (A Nico) Jajaja.
N. G.: Bueno, ya lo habéis comentado. Tenéis pensado grabar nuevo disco? Tenéis
material nuevo?.
Marc: En cuanto saquemos la pasta. Canciones tenemos un montón. Lo único que es carísimo grabar.
N. G.: Ahí una pregunta: ¿compensar grabar un disco hoy en día?
Carlos: Sí, compensa artísticamente. Compensa grabar, mola meterte en un estudio y grabar. Luego, ya comercialmente, no compensa una mierda. Pero tú no lo haces por la pasta, lo haces porque la experiencia es increíble. A mí me encanta meterme en un estudio. Son unos días maravillosos. Grabar un disco mola, todo el proceso.
Rau: Grabar también tiene su punto, sobre todo ahora volviendo pues mola tener algo que presentar y creo que la gente también necesita sentirse un poco familiar con lo que va a escuchar. Imagínate ahora que vas haciendo bolos, vas haciendo canciones y nadie las puede escuchar. Eso tampoco molaría, pero sí que es verdad que, a nivel comercial, esto ya se ha acabado.
Marc: Es que también nos flipa, nos flipa hacer temas, que es la base de todo.
Carlos: Un músico busca eso, un músico compone canciones y luego las graba, es que es un proceso natural.
Marc: Nos aburriríamos rápido si sólo tocáramos.
Rau: También hay un tema que hacer single por single como hacen muchos artistas
conocidos es cuando hay pasta, tío, porque si vas a un estudio amortizas mucho más grabando un disco. Si vas single por single como hace mucha gente, con otro productor, con este rollo, con otro artista… es otro concepto. Nosotros, obviamente sacamos un single de avance, pues por calentar la máquina un poco, pero vamos a hacer disco.
N. G.: Luego hay gente como los Nashville Pussy que el otro día vinieron a Barna,
sin disco y sin nada. El último disco de Nasville Pussy es de 2019, creo que era.
Vienen y petan la Wolf.
Rau: Ya, The Exploited sacaron el último disco en 2003.
Marc: The Dictators se han tirado un montón de años viniendo de gira sin disco, pero cuando tienes un nombre. Nosotros que no estamos ahí, ni mucho menos, creo que necesitamos, es que mentalmente creo que los cinco, estamos en esa rueda. Se nos hace raro cualquier formato moderno.
Carlos: No jugamos en esa liga ni estamos en ese partido. Estamos en nuestro rollo de juntarnos en el local, tocar, hacer temas, grabarlos, ya está, lo que se ha hecho toda la vida.
N. G.: ¡Y en vinilo!
Marc: Claro, nosotros somos de comprar vinilos. De momento yo creo que haremos el proceso normal, grabar en un estudio todo lo bueno que podamos permitirnos, sacarlo en un formato físico, en vinilo, tener camisetas en el merch con el rollo de la gira…
Carles: Lo del formato físico va en función de la cantidad de conciertos que das, o sea, hoy en día, tiene sentido si eres una banda que toca mucho en directo, tener esa tirada de, a lo mejor, cuatrocientas o quinientas copias, mil, porque las vas a vender en los directos. Si eres una banda que no va a tocar en directo, vuélcalo en el Bandcamp, sácalo en Youtube y ya está. Grábalo en un estudio si quieres, que suene guay pero no lo edites, porque si no vas a tocar no lo vas a vender…. Es un consejo. Los discos se venden tocando en directo y tienes que coger la furgoneta y hacer kilómetros y hacer carretera y tocar aquí, aquí, aquí y entonces vas a ir vendiendo esos discos que planchaste, los vas a ir vendiendo poco a poco. Si no tienes conciertos, no planches.
N. G.: ¿Qué esperáis de esta nueva etapa de Deadyard?
Carlos: Nada. Es verdad, nada. Cuando nos va mejor es cuando no pensamos.
Rau: Sí, también ver un poco como reacciona todo el mundo y como reaccionamos
nosotros. Nosotros vamos con muchas ganas, yo por lo menos, y ya veremos. También queremos hacer el bolo un poco porque nos apetece mucho sobre todo eso y luego a medida que vayan viniendo las cosas seguramente nos acabemos embolicando con esto y con lo otro.
Marc: Sí, yo creo que todos lo tenemos en la cabeza, que esto volverá, no sé si en el
punto en que lo dejamos, pero a ver si con más sabiduría lo llevamos mejor.
Rau: Esa palabra se ha cargado la frase, jajaja.
Carlos: Yo te lo voy a resumir: Esta banda funcionó cuando no esperaba nada y se fue a la mierda cuando esperaba demasiado (risas).
N. G.: ¡Ya me has dado el titular!
Carlos: ¡Un chupito!
Entrevista: Nico García, Pili Pimpinela
Foto: Pili Pimpinella

Deja un comentario