
Primera semana del mes de noviembre, que nos ha mostrado una cosecha amplia, con grandes clásicos que han decidido seguir vivos, novedades interesantísimas y discos nacionales con estupenda salud y fuerza.
Aquí tenéis una selección de diez obras, por las que deberías invertir algo de tu tiempo para escucharlas. Naturalmente, hay más, casi una treintena de discos apetecibles esta semana, pero nuestras recomendaciones son estas.

The Cure
Songs Of A Lost World
Polydor Records
1.11.24
Tras dieciséis años sin editar material nuevo, Robert Smith y los suyos han despertado del letargo discográfico con un álbum muy interesante. La oscuridad de su universo, les ha facilitado la suficiente claridad, para lanzar una serie de canciones cargadas de sensaciones y sentimientos. Un trabajo que reivindica su poderío como una de las bandas más lúcidas e imaginativas. Grande.

Jerry Cantrell
I Want Blood
Jerry Cantrell
18.10.24
Maravilloso trabajo del veterano Cantrell, con todo el sabor de los añorados Alice In Chain, y la fuerza y personalidad de sus mejores momentos en solitario. Un disco que cuenta con colaboraciones de lujo: Duff McKagan (GUNS N’ ROSES), Robert Trujillo (METALLICA), Gil Sharone (TEAM SLEEP, STOLEN BABIES), Mike Bordin (FAITH NO MORE) y los coros de Lola Colette y Greg Puciato (BETTER LOVERS, ex-THE DILLINGER ESCAPE PLAN). Se editó el viernes pasado, pero ya habíamos sacado esta sección a la luz, no podíamos dejarlo pasar.

The Fleshtones
It’s Getting Late (…And More Songs About Werewolves)
Yep Roc
1.11.24
Madre mía, discazo con mayúsculas, un trabajo que se transformará en un clásico de la banda. Tras casi cinco décadas en el candelero, siguen desplegando magia y energía. Contiene todas las virtudes y pecados de la banda condensadas en trece temas de ágil digestión, en la que podemos degustar desde el garage, beat, retablos de surf, actitud punk y ebulliciones oscuras. Ellos le llaman super rock, y no seré yo quien se lo discute. Mientras sigan así de lúcidos, que no paren.

The Quireboys
Watdour Street
Cadiz Music
25.10.24
Seguimos con el lío mayúsculo de The Quireboys, dos bandas, mismo nombre, dos líderes que no se soportan, Spike y Guy Griffin, mientras que el único capaz de resolver el entuerto, Guy Bailey, falleció el año pasado. Mientras tanto, disfrutemos por partida doble. En esta ocasión le toca el turno a Spike y sus reformados The Quireboys, con la colaboración de Lucky Morley de Thunder, que sustituye al desaparecido Bailey. Un disco donde la mayoría de canciones están compuestas por el tándem Spike-Bailey y rescata el sonido primitivo de la formación. Cuentan con la gran voz de Frankie Miller en el tema «Raining Whiskey». Rock’n’roll honky tonk, borrachuzo y seminal, con flases de aceleración pertinente y mucho feeling. Un gran disco de rock’n’roll. Ahora a esperar la respuesta de los otros.

Warren Haynes
Million Voides Whisper
Fantasy Records
1.11.24
Si de algo no se puede acusar a Warren Haynes, es de rácano o tacaño musical. Once canciones para embuchar un álbum de hora y diez minutos, donde la tranquilidad es la nota más ejecutada. Cuenta con la colaboración en tres temas de Derek Trucks, y de Lukas Nelson y Jamey Johnson en otro. Un disco cargado de ese particular concepto que tiene Haynes del blues y la música americana, donde nada sobresale y te castiga el corazón, pero en general es un álbum de gran calidad y que te hace disfrutar. Quizás, si se hubiera desmelenado algo más, hablaríamos en otros términos.

Rosalie Cunningham
To Shoot Another Day
Cherry Red Records
1.11.24
Tercer álbum de estudio de esta cautivadora mujer, que sigue los pasos marcados por el anterior, Two Piece Puzzle. La personalidad de Cunningham es arrolladora y la plasma a la perfección en los doce temas del álbum, donde la psicodelia de finales de los sesenta, se mezcla con una enorme teatralidad, e incluso un progresismo cercano al jazz en ocasiones. Piezas de una enorme plasticidad como la hipnótica «Spook Raket», la glamourosa «Return Of The Ellington» o la cabaretera «Heavy Pencil», hacen del trabajo, una cascada de imaginación formidable. Hambre por verla encima de un escenario.

Los Chicos
Never Is Too Much
Los Chicos
1.11.24
Hace poco más de un año, que Rafa —frontman— nos prometía, en el backstage del Sintonitza, que estaban preparando su nuevo disco, octavo de su carrera. Pues aquí lo tenemos, nuevo trabajo de la party rock band más divertida del país. Un trallazo musical que se vuelve a mover en la frontera del rhythm punk, garage, country, rock y soul roll, sin vergüenza ni complejos. Una buena base sobre la que montar su gira de veinticinco años de carretera y manta, asomando por los bordes, guitarras que mezclan el pub-rock con la mejor tradición del high-energy australiano, el desparpajo roncante y la desfachatez más irreverente. Un discazo lleno de fiesta y diversión.

Back To The Hills
Just A Smile
Back To The Hills
25.10.24
Da gusto encontrarse con una banda nacional que practique una americana de esta calidad. El grupo de Castellón, editó su segundo álbum a finales de octubre, con una mezcla de sabores americanos que deambulan de Neil Young a Tom Petty, de una forma maravillosa. Una pena que el concierto programado en la sexta edición del Rootsound Fest no se pudiera celebrar, pero hay ganas de ver cómo defienden este trabajo en directo.

The Violent Cluster
Fire Are Coming
The Violent Cluster
8.10.24
Segunda banda procedente del Levante, que juega con la música americana de raíz, aunque en esta ocasión más rockerizada que el anterior álbum. Con enseñanzas rescatadas de clásicos como The Black Crowes, y zambullidos en nuevos talentos como Marcus King, han destilado un primer álbum mayúsculo, anteriormente, contaban con dos Ep’s y varios sencillos. Una buena propuesta que seguramente se amplía en escena.

The Gasoline Gypsies
Gravel Roads
Llama Barn Records
1.11.24
Cuarto álbum de la banda de Michigan, aunque podríamos estar hablando de un mini Lp, o incluso un Ep generoso, pues los siete temas no alcanzan la media hora de música, además de incluir dos temas en directo, rescatados del Weatland Festival de 2023.
Sonido rockerizado, pero sin abandonar el country, bluegrass y el folk. El tema más representativo es el que da nombre al disco, repetido en estudio y en directo.


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