Fantastic Negrito
Sala La Nau

20.11.24

Tal vez el mejor concierto del año. El ganador de tres Grammys se tiene que conformar, en esta Barcelona ingrata, con un aforo de pequeñas dimensiones. Fantastic Negrito es un artista de los que salen una vez cada diez años. Un genio hecho a sí mismo. Con todo en contra. Una vida difícil que redime en esta gira de presentación de su último disco: Son of a Broken Man. Según sus palabras, mi padre fue un hombre malo y yo soy el hijo de un corazón roto. Una infancia terrible, superado un accidente casi mortal y después de haber despedido a su inoperante compañía discográfica, su agencia de management y unos abogados que estrangulaban su economía. Como decía, una gira catártica para un reencarnado artista. Deseo que la suerte le acompañe en esta nueva etapa.

Se encargaron de abrir la velada los Belgas Lightspeed. Unos jóvenes con pintas de la New Wave ochentera. Acto seguido, aparecieron en escena la banda de Fantastic Negrito y se armó la fiesta. Una formación increíble. Actitud Punki. Afroamericanos que juegan en otra liga. El batería con un pañuelo de seda anudado a la barbilla. El guitarrista con pantalones cortos, vestido a lo Mike Tyson en su reciente performance con Jake Paul. El teclista que acompaña al Negrito desde hace ya unas giras, vestido de entrenador de las ligas mayores de los USA y finalmente el blanco de la banda. El bajista como acabado de salir del Grunge de Seattle de los 90’s. Y con esas pintas, una de las bandas más potentes que se han visto por estos lares. El concierto es una Jam ininterrumpida. Se enlazan unos temas con otros y no hay descanso. Para los amantes de las referencias y que no sepan nada del artista, este show se podría comparar a una gran misa Gospel, o con el Live at the Apollo de 1962 de James Brown. O con el concierto de Stevie Wonder en el Black Pride de Harlem o cualquier concierto de Led Zeppelin de los 70. Otras veces tienes la sensación de estar ante los Earth Wind & Fire. Es un espectáculo vibrante.

El Negrito ama a su público y el público acaba rendido a sus pies. Se mueve por el escenario como un chaman y el show se eleva a ceremonia de culto. Repasa lo mejor del repertorio de sus últimos discos. Es un tsunami cargado de propuestas que te arrollan y te dejan KO. No sabes dónde enfocar tu atención si ante un gran frontman o a cada una de las diabluras de sus músicos. No puedo destacar un tema por encima de otro. Los ya hits de su último disco se mezclan con los clásicos  An Honest Man, Plastic Hamburguer, Chocolate Samurai o la imprescindible adaptación de LeadbellyWhere Did you Sleep Last Night con letra propia The Pines (Oakland). La noche ofició el nexo de unión entre los cantos de la África Negra y las raíces de la música nacida en la ribera del Mississippi. Una noche para recordar.
Texto: Xavi Malacara
Fotos color: Cecilia Blues
Fotos B/N: JL Bad


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