El 4 de enero de 1977 se publicaba el álbum Rumors de Fleetwood Mac, con cerca de cuarenta minutos de magia, que procedían de un auténtico infierno.

Fleetwood Mac había sufrido una metamorfosis radical, primero con la marcha de Peter Green, y más tarde tras la deserción del guitarrista Bob Welch, por criterios musicales, la banda se alejaba cada vez más del blues blanco que la hizo popular. Fue entonces cuando Mike Fleetwood y John McVie, batería y bajista, así como los únicos miembros originales del grupo, pidieron al dúo de cantautores formado por Stevie Nicks y Lindsey Buckingham, que tan solo habían editado un Lp de poco éxito llamado Buckingham Nicks, pero que destacaba por las combinaciones de voces y el virtuosismo de la guitarra, a que se unieran al grupo en 1975.

La banda quedó formada por Mike Fleetwood —batería y percusiones—, John McVie —bajista—, Christine McVie —teclados y voz—, Stevie Nicks —voz— y Lindsey Buckingham —guitarra y voz—. De esta forma, en el seno de la formción, existían dos parejas bien definidas; el matrimonio McVie y la pareja formada por Nicks y Buckingham. La compenetración fue perfecta entre los músicos, y en dos meses grabaron el álbum Fleetwood Mac, segundo disco que llevaba el mismo nombre, pues el primero estaba fechado en 1968 como su álbum debut. El disco conocido como el Álbum Blanco, se publicó en julio de 1975, pero no obtuvo una recepción muy positiva, por lo que el grupo se lanzó a una gira de seis meses por Estados Unidos, donde presentaron los nuevos componentes y promocionaron el disco. La gira dio sus frutos, aunque todos reconocieron que fue agotadora y desgastó al máximo la relación entre ellos, sin embargo, en septiembre de 1976 Fleetwood Mac alcanzaba el del Billboard, y la banda alcanzó la cima más alta de su popularidad.

Su nueva compañía discográfica, Warner Bros., Fleetwood Mac fue el último disco editado con Reprise Records, quiso rentabilizar el éxito conseguido por el álbum y explotar la popularidad del grupo, por lo que presionó para entrar en estudio lo más rápido posible y grabar un álbum de un carácter más pop, más asequible a las emisoras de radio.
A la presión de la banda, se debía sumar la combustión interna del grupo, que tras una gira agotadora, estaban completamente derruidos, emocional y físicamente. Christine McVie tuvo una aventura amorosa durante la gira con un técnico del equipo, y el matrimonio se separó al final de la misma y más tarde se divorciaron. Siguieron juntos en el grupo, pero no se dirigían la palabra y nada más se comunicaban para cuestiones legales y por medio de abogados. El romance de Stevie Nicks y Lindsey Buckingham se transformó en una relación tóxica, donde las discusiones y peleas alcanzaban momentos de increíble violencia. Mike Fleetwood, supo durante el tour que su mujer lo engañaba con uno de sus mejores amigos, iniciando los trámites para una separación del todo traumática. Con este panorama, y la necesidad de grabar un álbum que los ataba por contrato, no es de extrañar que el consumo de drogas excesivo hiciera acto de presencia.

El disco se grabó entre los meses de febrero y agosto de 1976, mayormente en los Record Plant de Los ángeles, en lo que posteriormente, todos los miembros de la formación reconocieron que fue un cruel infierno. La mala relación de los McVie se violentó más, cuando Christine aparecía en el estudio acompañada de su nuevo amante, las broncas entre Stevie y Lindsey provocaron destrozos en el material del grupo y el estudio, y Mike se abrazó primero a una botella de whiskey, pero más tarde comenzó una relación sentimental con Stevie Nicks. Con todo ese ambiente, los músicos se volcaron en el consumo de substancias que les ayudaran a trabajar o evadirse del torbellino de emociones que inundaba el estudio de grabación. Años más tarde, Ken Caillat, productor de Rumors, describió el consumo de drogas de la siguiente manera. «Estaban los Fleetwood Mac de blues de Inglaterra, eran los borrachos y eso era más o menos lo que hacían. Y estaban los Fleetwood Mac de California, eran los hippies fumadores de marihuana con Lindsey y Stevie. Luego entró en escena la cocaína. Así que en realidad era alcohol versus marihuana, con un pequeño cóctel de cocaína».
Las sesiones de grabación duraban quince horas diarias y generalmente terminaban en trifulca o con los músicos colgados por el suelo. Está la leyenda urbana que Rumors es el álbum en el que más droga se ha consumido, pero eso lo dejamos para las leyendas. Aunque sabemos por las memorias que escribió Mike Fleetwood en 1990, Fleetwood: My Life and Adventures in Fleetwood Mac, que el consumo de cocaína fue tan desenfrenado, que pensaban dedicarle el disco a su camello, pero «Desafortunadamente, lo mataron, ¡lo ejecutaron!, antes de que saliera el disco».


¿Cómo es posible que de una situación tan extrema, saliera uno de los discos más importantes de la historia de la música? Probablemente, sea porque Rumors contiene todas las frustraciones, traiciones, miedos y desesperaciones de las personas que estaban dentro del báratro, las cuales, lejos de ocultarlos y disimular, se dedicaron a narrarlos pieza a pieza, girón a girón.
Rumors no es un álbum conceptual, pero resulta complicado entenderlo por piezas sueltas, escuchar el disco tal y como se presentó, es un viaje oscuro hacia las profundidades del averno, en el cual los músicos, no se sabe muy bien de dónde, sacaron las fuerzas necesarias para brillar más que nunca y componer once canciones maravillosas que hoy, 4 de febrero de 2025, 48 años después, siguen siendo insuperables.
Puedes escuchar Rumors y dedicarte a separar los instrumentos, buscar pasajes de iluminación, «Don’t Stop», o descensos oscuros a la desesperación, «The Chain». No hay nada que esté fuera de sitio, nada que rechine o no fluya adecuadamente. Rumors es una obra de arte, como pocas veces se han dibujado, un fresco que plasma la realidad de una banda en descomposición, la cual consiguió reponerse en un brote de genialidad, pero que significó en final de una banda, desmembrada en su interior y que resistió agonizando unos años, aguantando por la inercia de este disco.
Buckingham le dice a Nicks en «Second Hand News»: «Sé que no hay nada que decir / Alguien ha tomado mi lugar / Creo que debes saber una cosa / No voy a extrañarte cuando te vayas / He estado deprimido tanto tiempo / Soy tan solo noticias de segunda mano».
Ella le responde en «Dreams», uno de los surcos más bellos del disco: «Ahí vas otra vez / Dices que quieres tu libertad / ¿Quién soy yo para retenerte? / Pero escucha cuidadosamente la voz de tu soledad / como un latido que te vuelve loco / En la quietud / del recuerdo / de lo que has perdido / Y de lo que tenías».

Lindsey termina de cerrar las heridas mutuas en «Never Going Back Again»: «Amarte / No es lo correcto / ¿Cómo puedo cambiar las cosas que siento? / Si pudiera, cariño, te daría mi mundo / ¿Cómo puedo si no me lo vas a quitar? / Puedes seguir tu propio camino».
Una verdadera maravilla que surgió del infierno.
JLBad


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