BAD MUSIC RADIO

TOP MODELS
Psycho Rock & Roll Club
14.02.25
Barbara Ann
15.02.25

Menuda descarga de adrenalina, mezclada con una sobredosis de nostalgia y toneladas de buen rollo y optimismo.

Top Models y Bad Music tenemos una estrecha relación, primero profesional y más tarde de amistad. «Kangaroo», tema de su segundo disco To The Maximun, fue la sintonía durante los últimos años de Bad Music TV, pero los riffs de «My Burning Light» de su tercer álbum, Beautiful Señoritas, nos acompañaron en el programa de radio durante unos años en la radio. Muchos conciertos, entre ellos, por dos ocasiones, fueron la Bad Music Blues Band, con la que grabamos dos conciertos, en Salamandra 2 —ya no existe— y Bikini —ya no programa apenas y menos rock—, cuando estábamos produciendo el documental Barna Blues. La Historia del Blues en Barcelona.

Han tenido alguna que otra reunión, pero por designios del destino cabrón, no pude asistir, así que tenía sequía y hambre de Top Models, desde hace muchos años, cuando sorpresivamente dijeron adiós, el 28 de diciembre —no es una inocentada— de 2007 en el también desaparecido Sidecar.
Sin embargo, el viejo puticlub de la autovía, donde se hicieron la foto del primer álbum homónimo, sigue en pie y funcionando; sus luces de neón marchito se pueden ver desde la carretera, el mismo prostíbulo al que fueron a hacer la foto del vinilo Top Models. Top Of The Tops, recopilatorio de los tres primeros discos, remasterizado y con un sonido magnífico, suena cañón. Igual que la banda, que no ha perdido un ápice de su gamberrismo sonoro, amor por la energía festiva que desprenden y la sensación de que se lo pasan mucho mejor ellos tocando, que el público bailando y escuchando.

Dos noches seguidas, en locales pequeños, pero que nos muestran a menudo joyas en directo, con el placer de la proximidad, conciertos que los bafles te menean el cabello, si lo tienes, o te revientan los tímpanos, si no tienes tinnitus de años deambulando en fosos de fotógrafos sin protección, como este reportero tribulete.

Será por el ansia puta, que decía mi abuela, o porque viviendo en el extranjero y dependiendo del transporte público estás vendido, y puedes llegar muy pronto, o cuando se acaba lo que ibas a ver; el caso es que fui el primero en llegar al Psycho, así que me dediqué a aguantar la barra, para que no se viniera abajo, hasta que poco a poco el local se llenó hasta la bandera, era sold out desde hace días.
Lo bueno del Psycho es que me recuerda a los locales de antaño, aquellos que sentías la banda sobre tu cabeza, pero no los veías, a no ser que estuvieras en primera fila; locales ya desaparecidos como Communiqué, Silverado, Triker y muchos más.

Desde la barra, seguía aguantándola, al único que vislumbraba era a Ricky Gil, guitarra y voz, porque a Tony Nervio Roto, bajista, y Pol, batería, nada más los escuchaba. Top Models entregaron un repertorio de más de una hora, recopilando temas de sus tres primeros discos, y dejando de lado el álbum Wall Of Fame, que si bien es cierto, no tiene tanta mala leche como los que precedieron, sí que esconde buenos temas que se quedaron fuera. Sorprendente era ver a gente que, cuando estaban en activo, deberían estar haciendo dibujos en el cuaderno de deberes, en sus primeras colonias o directamente, sus primeros magreos en la oscuridad de un portal, pero qué demonios, se sabían todas las canciones, y lo que es más estimulante, las gritaban a todo pulmón.

Otros me preguntaban —supongo que me vieron muy viejuno, suele pasar— de dónde eran y si eran nuevos, encantados con el bolo, que sonó garagero y con tonalidades punk por momentos. Un extraordinario concierto en la calidez del Psycho; primera noche fantásticamente aprovechada.

El sábado tocaba Barbara Ann, también llegué temprano —qué está pasando con el transporte público… tranquilos que comprobé su ineficacia y desfachatez al regresar al extranjero—, por lo que pude charlar con los músicos y perderme en las paredes del Barbara que son una gozada. Mismo repertorio de la noche anterior, pero con la banda subida al altillo que les sirve de escenario, se pudo disfrutar de otra manera.

Si repasamos el set list, que adjunto al artículo, podemos ver que el disco más mimado por la banda es Beautiful Señoritas con seis canciones, mientras que To The Maximun y el primero, Top Models, se quedaron con cinco cada uno, de nuevo desaparece por completo Wall Of Fame.
Aquí el sonido fue más limpio, los músicos tenían más movilidad, incluido Pol a la batería, que no paró ni un momento. Ricky no pudo dar su colección de saltos habituales, pero se mostró mucho más agresivo que la noche anterior y al mismo tiempo, Tony no desaparecía por la esquina, aunque el mástil de su bajo, me afeitó la barba en un par de ocasiones.

Sin embargo, y aunque si debo decantarme por uno de los dos conciertos, me quedo con el del Barbara Ann, también con el sold out desde hace días, es muy destacable la actitud del público del Psycho, que lo entregaron todo y más, mientras que en el Barbara Ann, se mostró menos efusivo y con recelo de equivocarme, creo que los que más exultantes nos mostramos, fuimos los que repetimos.
Un repertorio en el que faltaron clásicos, pero era imposible meterlos todos en el tiempo acotado por las presiones vecinales, si en realidad sus tres primeros álbumes no tienen ni un solo tema de relleno.

Los más coreados fueron los cantados en castellano, que no los mejores, pero era una falacia parar de cantar himnos como «Self-Destruction Blues», «My Burning Light», «Bollywood Star», «Wintertime Blues», «Beautiful Señoritas», «Kangaroo» o la maravillosa «Born In The Sixties». En definitiva, un par de días con Top Models, tras una semana de mierda, donde pude evacuar todo el mal rollo, la bilis y las tormentas de la cabeza… y es que hay cosas que la música cura y la medicina no puede.
Gracias a uno de los mejores power trío del país, esperemos que el año que viene se repita.
Texto y fotos: JLBad
Foto Psycho: Charlie Psycho