
REBELDES 79
Luz De Gas, Barcelona
25.04.25
Tras disfrutar como enanos en el concierto de Apolo (crónica aquí) del pasado diciembre, no podíamos faltar a la cita con la penúltima noche de la gira de Rebeldes 79, la reunión de los tres culpables de este icono de nuestro rock and roll llamado Rebeldes; Carlos Segarra, Aurelio Morata y Moi Soroya.
Tras cuatro temas de rodaje, donde rápidamente comprobamos que siguen en estado de gracia, comenzó el desfile de invitados con Dani Nel·lo y su saxofón, para ilustrar magníficamente «Esa manera de andar» y «Negro como el carbón», cantada por Aurelio. No hay que olvidarse que Nel·lo fue el cuarto Rebelde durante mucho tiempo, y la sinergia que tiene con sus compañeros de antaño sigue intacta. Por ello, cuando nuestro soplador favorito salía al escenario, parecía que el entarimado subía unos metros de altura, por su técnica incuestionable y por el señorío que planta en escena.

Se quedan solos los tres pioneros, lo que aprovechamos para destacar el marcaje perfecto de Moi, con su batería esquinada a la derecha, por lo que se le podía ver perfectamente durante todo el bolo. Atacaron con uno de los mejores temas del disco Al Este del Edén, «Cadillac 79», cantada a tutiplén por el público que abarrotaba Luz de Gas, y que estaba gozando de lo lindo, algo que aprovechó Segarra para adentrarse entre ellos y ofrecer el micro para los berreos.


Acto seguido solicitaron la presencia en escena de Big Mama Montse, nuestra blueswoman por excelencia, y como no podía ser de otra manera, se lanzaron a por un clásico del blues barnizado de rock and roll, «What you want me to do», que nos dejó con ganas de más, mucho más, pero el timing iba picado y a una velocidad endiablada, que apenas le dejaba tiempo a Carlos Segarra para afinar su guitarra.
Rápidamente, Aurelio volvió a ser la voz principal para acometer «Al Este del Edén», que da nombre al álbum grabado tras la reunión, del que si no me equivoco -seguro que sí- sonaron ocho piezas.
Otro momento álgido de la noche, con una nueva colaboración de Nel·lo, en esta ocasión a la armónica, y la guitarra de Iván Heredia, frontman de la estupenda banda de rock and roll Sin Reputación. Tal y como dijo acertadamente Segarra, sangre nueva para el rock and roll.

Cuando los cinco músicos ocuparon sus posiciones en el escenario, tras una buena intro de Nel·lo y su armónica, que subió el cortisol de la audiencia, Aurelio comenzó a levantar las cuerdas del contrabajo y rápidamente identificamos «El Rock del Hombre Lobo», del mítico álbum Cerveza, Chicas y… Rockabilly! de 1981, todo un clásico que sonó de fábula. Dejando espacio para que Iván se luciera, adentrándose entre el público, con desparpajo y solvencia demostrada.

Tiempo para un nuevo invitado en este carrusel luciferino, con una de las mejores voces de Barcelona, Agustí Burriel, quien comentó que escogió un tema de los primeros discos de Rebeldes, una versión que no supe identificar –gluuu!-. Sin bajarse Burriel, entró Dani Pérez, otro de nuestros pitos memorables y con historia Rebelde importante en su espalda. Esto es un no parar, oiga.
A partir de aquí entramos en la antesala del fin y la duda era averiguar si apostarían por un final con clásicos, o echarle coraje y valentía deshojando los temas que faltaban de Al Este del Edén. Duda resuelta favorablemente por la segunda opción.

Entra de nuevo Nel·lo y presentan un «Rosas en tu honor» memorable; entra Pérez y tenemos el lujo de tener dos sopladores magníficos en el escenario, ejecutando otro de los mejores temas del álbum, «Siempre Vivos».
A Partir de ese momento todo fue una montaña rusa de emociones, con un final de concierto espléndido: la adrenalínica «Volveré a Memphis», otro himno destilado con pasión, «Soy del Rocanrol» y el frenético «Roll over Beethoven», para escapar por el fondo sin permiso alguno.

Volvieron con camisa nueva, sobre todo Carlos Segarra, que cambio el negro por el blanco impoluto, para sentenciar la noche con dos temas para deleite del respetable, el clásico «Caledonia», grabado en el disco Rebeldes con Causa de 1986 y otro himno intergeneracional, «Esto es Rock’n’Roll» del álbum Héroes de 1991, pero con todos los invitados en el escenario, colocando el broche de oro a una gran noche de rock and roll.
La verdad es que a pesar de las décadas que han pasado, el que tuvo retuvo y sería una pena que esta aventura de Rebeldes 79 acabara aquí, primero porque los tres, Carlos, Aurelio y Moi, son incombustibles; segundo porque las ideas plasmadas en Al Este del Edén son lúcidas y totalmente contemporáneas; tercero y más importante, se ha demostrado que hay público para ellos.
Salud y rock and roll. Siempre rebeldes.
Texto y Fotos: JL Bad


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