
EDDY SMITH & THE 507
Razz 3, Barcelona
7.05.25
Inicio de la gira por nuestro país de la banda británica Eddy Smith & The 507, que ya pudimos ver en el Festival de Blues de Cerdanyola del año pasado, siendo junto con C.Bone una de las propuestas más interesantes que disfrutamos.
Con tan solo un álbum y dos Ep’s, poco material musical que presentar, se pasaran once noches por nuestra geografía y visto lo visto, podemos asegurar con toda tranquilidad, que es una buena sesión de música americana para no perderse.
La banda está formada por Eddy Smith (voz, teclado y guitarra acústica), Josh Davies (guitarra), Will Franden (bajo), Ashley Webb (batería) y Ricky O’Donnell (guitarra), solventó un show de casi hora y veinte minutos de alta calidad. Su mezcla de rock americano con altas dosis de soul y rebozado en ocasiones en el country, es muy atractiva, pero no vamos a engañar a nadie si afirmamos que el epicentro de su sonido se encuentra en la privilegiada voz de Eddy Smith.

El chorro de voz con el que fue dotado en el sorteo de la vida es el motor de su propuesta, pero el feeling que desprende al cantar lo equipara con algunos clásicos muy mitificados por el público, lo cual en ocasiones es terrible, pero Smith sale bien parado. Es indudable que su voz recuerda fácilmente a Joe Cocker, y para más inri interpretaron el tema de The Beatles «With A Little Help From My Friends», demostrando que no tiene miedo a las comparaciones; pero también es cierto que en ocasiones se nos aparecía en la cabeza el registro de Bob Seger.
Aprovecharon para presentar algunos temas nuevos como «Praying The Days Away» que inició el show, y «Feels Alright» llegando a la eclosión del mismo, pero el grueso del repertorio se basó en el álbum Right Up’til Now, que ya tiene un año y medio de vida y demanda a gritos un hermano pequeño. Temas que ganan presencia en escena, por lo que el disco se nos queda algo corto tras ver su directo, no ya por la inevitable fuerza que se adereza en vivo, es que se rockerizan mucho más y se tornan mucho más atractivos.

No cabe duda que la mayor emoción aparece con los temas souleados, que es el verdadero potencial de la banda, y cuando resuenan los destellos de southern soul la adrenalina colocaba la piel erecta. Sin embargo, y a sabiendas de que será una opinión polémica, la banda necesita un mejor empaste para terminar de redondear las canciones. Con esto no quiero decir que flojeen en calidad, ni mucho menos, pero sobre todo las guitarras al doblarse y entablar diálogos se me antojan zangarrianas, algo que no ocurre cuando desarrollan disertaciones individuales, pues cada uno de ellos demostró su solvencia con creces.
Salvando esta apreciación, el concierto resultó reconstituyente y de un carácter muy emocional que altero la epidermis en numerosas ocasiones a este reportero tribulete. Las más de las ocho decenas de personas -público bastante joven, que es de agradecer- que nos congregamos delante del escenario de la pequeña de Razz, gozamos de lo lindo, cantamos, berreamos y bailamos sin parar, pero los músicos estaban en la misma vicisitud y su felicidad se plasmaba en la reivindicación final de un inicio de tour inesperado y muy gratificante.
Los mejores temas en mi opinión fueron «Lost on You» en clave semi góspel y con una harmónica deliciosa, «Daze» y esa eterna incitación al baile que esconde entre sus notas, muy Seger en contenido y forma, «Something For Free» que retumbó mucho más southern que en el vinilo, el country soul «Ticket Out Of Here», palpitante, más un final de traca i mocador con «Middle Of Nowhere» y «The Good Time».
Todas las semanas deberían tener un concierto como el de ayer, justo en medio de la misma, para alimentar el espíritu y sanar el alma. Lo dicho, no dudéis, es una apuesta segura y sanadora.
Texto y fotos: JLBad


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