

GUTTERCATS
La Traviesa, Torredembarra
6.04.25
Pasaban ya unos cuantos meses desde nuestra última visita a La Traviesa de Torredembarra, en aquella ocasión con Maragda y King Sapo como protagonistas, pero siempre es bueno encontrar un motivo para ir a un lugar tan placentero. En esta ocasión era el último concierto de la gira de los franceses Guttercats, a los cuales no pudimos ver en la sala Ceferino, por coincidir con el Blues & Ritmes de Badalona.
Con un sol de justicia y de auténtico pre verano, comenzó el concierto pasada la una del mediodía, era una actuación en horario vermut. El cuarteto está formado por Quim Viladrich a la batería, que hizo ya una gira con Guttercats en 2023, y Lluc Llevot como bajista, dos catalanes que configuraban una base rítmica poderosa y contundente. Al frente estaban situados el privilegiado con sombra toda la actuación, Chris Waldo, guitarrista de Mompellier y Hervé Michel “Gutts” con su guitarra semi acústica y colocando la voz y el liderazgo del proyecto.


El “Lorenzo” obligó toda la actuación a que parte del numeroso público se refugiara en la sombra que ofrecía generosamente el tejado de la barra del bar, abriendo una brecha considerable entre ellos y el grupo. Al contrario de lo que se pudiera creer, Guttercats se volcó en los pocos inconscientes que aguantamos estoicamente el sol demoledor y nos brindaron una notable actuación.
Comenzaron con el tema que da nombre al último trabajo, «Rise & Fall Of The Last Civilization», del que interpretaron nueve de los diez temas que contiene el álbum, dejando fuera, penosamente para este reportero tribulete, «Everything I Touch Slides Through My Hands», la pieza que más me gusta de todo el trabajo… otra vez será.
La banda sonaba compacta, notándose el bagaje de la gira que ha sido extensa y tal y como nos comentaba Hervé, como una montaña rusa, aunque la experiencia siempre le resulta gratificante. El calor, factor muy importante este día, desafinaba nuestras mentes y las guitarras, nuestra parte se arregló con sobredosis de zumo de cebada, la suya con una continua guerra en el clavijero. Hervé se mostró sencillo, amigable y su voz perfecta, a pesar de ser final de gira y haber dormido muy poco desde su bolo en Ceferino; la postura en escena era eficaz y se hizo unos cuantos kilómetros por el empedrado de La Traviesa. Presentó casi todos los temas, como «Aliens Are Back», refiriéndose a las bolas de adorno que cuelgan de los árboles del recinto, bajo los cuales se apretujaron buena parte del público.
Las piezas ganan contundencia en directo y pierden detalles que son complicados de llevar a escena con un cuarteto sencillo de rock and roll, violines, dobles guitarras, efectos, pero que se suplieron con energía, acordes más duros y sobre todo el slide de Waldo. De esta forma sonó equilibrado y diferente «Out Of Style».
Su pasión por las películas de western y su música, como en «If You Love Me», al igual que su inclinación hacia el glam, marcada desde la apariencia física hasta la interpretación luminosa de algunas canciones.
Dejando atrás el último disco, el mejor tratado fue el fabuloso Eternal Life, que se dejó mostrar con cinco piezas, de las cuales destacaría «Dark Room» y «Dagger In My Heart», por dejar plasmada gótica de su sonido.
Un concierto generoso con diecisiete temas interpretados, con el público volcado desde la distancia y que a medida que se acercaba el final se envalentonaba y se acercaba a primera fila. Y tos terminamos contentos del vermut rock, nosotros porque pudimos reencontrarnos de nuevo con Guttercats, el público porque demostró entusiasmado que quería más, y la banda porque salió satisfecha en su último concierto de gira, prueba de esa satisfacción era el puesto de merchan, donde apenas quedaban cosas.
En la siguiente gira nos volveremos a ver.
Texto y fotos: JL Bad


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