
GUADALUPE PLATA
La Traviesa, Torredembarra
20.04.25
Guadalupe Plata pasaba este pasado fin de semana por Catalunya, pero en esta ocasión no tenían parada y fonda en Upload, como viene siendo habitual dos veces al año. La primera parada fue el viernes en el magnífico cartel del Desemboca de Platja D’Aro, al cual no pudimos asistir el equipo de Bad Music. La segunda era imprescindible y no podíamos fallar, se trataba de la primera vez que la banda andaluza tocaba en La Travi, uno de nuestros lugares preferidos, así que blanco y en botella; llenamos un coche y en procesión a Torredembarra.


Desde hacía dos días estaba colgado el sold out, y corría el rumor de que el concierto sería dentro, pero nada más pasar la reja de entrada pudimos ver el back line colocado en el pequeño escenario, debajo de los árboles. Trescientas personas se juntaron para ver el debut de Guadalupe Plata en Torredembarra, trescientas personas que gozamos de lo lindo, con un repertorio ligeramente diferente a otros shows que hemos podido ver en los últimos meses.
Con ecos de tormenta y lluvia, que surgían de los bafles del equipo, al mismo tiempos que comenzaba a oscurecer en la costa catalana, dejaron el camino abierto para que «Tormenta» iniciara la liturgia del sacrilegio de Guadalupe, justo el día que terminaba en recogimiento beato y se iniciaba el éxodo de retorno en caravana a la cruel realidad.
Los primeros gritos etílicos del respetable aparecieron, acompañados de los prestigiosos y oportunos gallos, con «Huele a Rata» y «La Calle 24»; la fiesta estaba bendecida e iba a ser de órdago.
Los demonios y brujas fueron aliados de nosotros y la noche era agradable, sudamos como es lógico, pero el fresquito permitía adentrarte más en el aquelarre blues. Por si alguno no había comprendido todavía en que consistía el ritual, «Serpientes Negras» lo dejaba muy claro; la tradición y el paganismo se juntan para envolvernos en una cuchipanda brujeril, donde Pedro de Dios y Carlos Jimena, ejercen de hechiceros.
«Tengo el Diablo en el cuerpo» y «Rata» no hicieron más que embriagar más a los danzantes, que se arremolinaban cerca del elixir a grito de «Maldita Rata». Un par de instrumentales, con la reconocida por todos «El Cóndor pasa», la colaboración de Luis Aróstegui con la botella de anís en un par de temas como «Lo Mataron», para ir dejando claro que llegaba el final con «Al Infierno te vayas», contestado al unísono por el público «Yo me voy contigo»; hacia allí nos dirigíamos.

El final de los conciertos de Guadalupe Plata son traicioneros de narices, porque escupen clásicos de la banda que todos reciben con alborozo, pero siempre se quedan otros en la Caja de Pandora. En esta ocasión la pócima contuvo «Cementerio», «Lorena» y «Baby me vuelves loco», con la gente en un estado de exaltación tal, que no era prudente retrasar más el cierre con el bis, más que nada porque los relojes los carga algún santo afiliado al Opus y sus agujas van más ligeras cuando estás en el infierno. «El Boogie de la Muerte» cerró la puerta del báratro y nos quedamos como la pobre Mary, sin bailar más boogie rock.
Esta fue la primera visita de Guadalupe Plata a La Travi, pero a buen seguro que no será la última. Fantástico concierto y sin esa luz criminalmente roja que los esconde en los conciertos de sala.
Texto y fotos: JL Bad


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