BAD MUSIC RADIO

ERNEST ARMENGOL
Sala Wolf, Barcelona
20.06.25

Presentación oficial de Sí, el primer disco de Ernest Armengol bajo su propio nombre, editado bajo autoproducción el pasado mes de mayo. Iba a comenzar apuntando que era una mala fecha para organizar un concierto en Barcelona, pero cuándo encontramos un día adecuado para esta ciudad engullida por el turismo y el mainstream, nunca, jamás…
De esta forma, cuando aparecimos en la sala Wolf el equipo de Bad Music, aparte del fresquito gratificante, no había nadie; se está convirtiendo en una costumbre que debemos evitar a toda costa. No tardó en ir entrando público, con muchas caras conocidas, pues no debemos olvidar que Armengol tiene una larga trayectoria en la escena musical de la ciudad, pero que no consiguió atraer a un número nutrido de público. Siempre podemos decir, sin error a equivocarnos, que fuimos muy pocos pero con ganas de disfrutar desde el principio.

Pasada la hora anunciada, apareció en escena una numerosa banda formada por Marcel Botella (teclas y productor disco), Salva Criado (guitarra principal), Jordi Vericat (bajo), Víctor Solana (batería), Josep Blanes (trombón), Marçal Muñoz (trompeta) y Armengol como segunda guitarra y voz. Comenzaron con el primer tema de Sí, «La gran partida», apuesta intensa, pues se trata de uno de los mejores temas del álbum. Acto seguido cae «Petit Ocell» y te imaginas que va a presentar el trabajo discográfico al completo y en orden, pero no, la tercera entrega es «El puerto de tu Dios», compuesta con Sol Lagarto, pero menos rockerizada.

La puesta de Ernest es muy arriesgada y personal, con muchísima calidad, pero complicada. Su sonido camina por el funk, el soul y por un rock cohibido, y debo reconocer que me estaba costando entrar en el concierto, aunque pienso que lo mismo le ocurría al público y en cierta manera a los músicos. Todo eso fue cambiando poco a poco, expulsando de la sala el fresco del aire acondicionado y recibiendo el calor de un gran concierto.
Cuando sonaron las primeras notas de «El camino», tema que cuenta con la colaboración de Desiree Diouf en el álbum, y que no pudo estar esa noche de viernes, penetró el soul y el feed back banda-público comenzó a vibrar. La comunión de esos dos factores es tan importante y vital que puede dar el vuelco a un concierto, pasando de ser de gran calidad para ser un buen observador, a permutar en bailes, coros generales, vítores y magia.
Todo creció en energía, Salva Criado a la guitarra se desbocó y se erigió en el mosquetero perfecto de Armengol, que también se vino arriba. El soul y el funk se mezclaron descaradamente con momentos de rock electrizante, los vientos soplaban más fuertes, y el órgano fusionaba todo, permitiéndose el lujo de hacer un talk box precioso.

Con la banda pasándoselo en grande y el respetable entregado a la misión de disfrutar al máximo, el resto del concierto fue bajar la montaña sin frenos, magnífico. Ernest y Salva se compincharon y subían la temperatura a voluntad; Salva se marcó todo un bolazo y su guitarra nos voló la cabeza en varias ocasiones, mientras que la voz de Armengol sonaba mucho más negra.
Temas como «¿Quién creyó en mí ayer?», extendido como debe de ser, «Qui em donés la pau» y «Fiebre en las gradas», tema rescatado de Matilda Blue, nos levantaron del suelo de la Wolf, en momentos que bien valen un concierto y un fin de semana.
Con el ambiente exultante, no fue necesario arengar mucho el bis, para que la banda volviera a salir y poner el candado al espectáculo con «A Fuego», con unos pitos soberbios y endurecido con respecto a De Ayer Hace Tiempo, segundo álbum de Matilda Blue, que descerrajaron el frasco de la locura y el baile. Todo terminó con un dilatado «Robot», tema que en el disco no debí prestar la atención debida, pero que esa noche de viernes, en la Wolf, me supo a gloria; canté, berreé, lancé gallos a diestro y siniestro y me quedé ronco… como debe de ser.
Un estupendo concierto de una banda grande, que espero tenga la suerte que se merece en este jodido mundo musical.
Texto: JL Bad