CORDOVAS.
Sala Bóveda.

29/04/2022
Mucha expectación por ver a la banda afincada en Nashville, TN, las buenas críticas que nos llegaban de sus recientes bolos en la península (la de Barcelona era la última de una gira de ocho fechas por nuestras tierras) unido al buen sabor de boca que dejaron en su última visita a la añorada sala Rocksound (lágrima) hacían presagiar una noche mágica. Pero no fue así, pues el concierto estuvo lastrado desde que arrancaron con «Do more good», de su fantástico y más reciente disco «Destiny Hotel» (2020), por la famosa mala acústica de la sala Bóveda a la que se sumaron los constantes problemas que tenían los guitarristas con los monitores, baste decir que hasta, literalmente, la última canción que interpretaron estuvieron reclamando más volumen en el escenario para poder escucharse.

Aún con estos inconvenientes hay que decir que la banda le echó ganas y coraje, fueron desgranando su repertorio transitando entre el country rock y los sonidos californianos de los setenta hasta que al filo de la hora de concierto se retiraron el baterista y el simpático mejicano que se ocupaba de las congas y del cencerro y ahí subió el nivel, los tres miembros que quedaron en el escenario se marcaron unos cuantos temas en modo acústico, todo empezó a sonar mejor y unas sonrisas afloraron en sus rostros, grandes armonías vocales a tres voces que nos hicieron pensar que la cosa remontaba, pero no, seguían pendientes de los dichosos monitores y les costaba encontrar el mojo, ni siquiera ese temazo que es «High feeling» logró arreglar el asunto, más la banda no cejaba en su empeño de montar la fiesta, se les veía eufóricos y muy contentos con su gira española a la que hicieron muchas referencias. En el último tramo del concierto explotaron su ramalazo latino con versión del «Oye como va» de Santana incluida, un «Sweet home Chicago» improvisado únicamente con guitarra y voz y para terminar un momento para que se luciera el teclista cantando la última canción del bolo tras la que salieron a saludar y a invitarnos a ir al puesto de merch a comprarles lo poco que les quedaba.

Una pena que una banda tan esperada no pudiera brillar por los problemas técnicos ya citados aunque hay que decir que después del bolo se comentaba que se habían presentado a la prueba de sonido dos horas tarde y habían probado deprisa y corriendo. Sea como fuere espero que en su próxima visita a Barcelona las condiciones sean mejores y podamos disfrutar de la experiencia Cordovas en su plenitud.

Texto: Nicolás García

Fotos: Pili Pimpinela


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Una respuesta a “Cordovas en Barcelona”

  1. […] recuerdo teníamos de la última visita de la banda estadounidense, como ya relatamos por aquí (Cordovas 2022), la mala acústica de la sala Bóveda, unido a problemas técnicos, nos impidió disfrutar del […]

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